Cap.18 Razón para olvidar Parte 1

No sabia si coger el móvil, era Juan, y la verdad no me interesaba hablar con el. Nunca tenia que estar con el, sabia que algún día me haría daño y mira, lo hizo, se besó con mi mejor amiga y lo mas seguro es que me esta llamando para eso. Y ya decidí de olvidarme de todo y empezar de cero ya nadie me ara daño, voy a ser muy fuerte esta vez, ningún chico me ara llorar o eso espero. El móvil seguía sonando, y mi canción favorita tambien. Al final me decidí y lo cogí:
-¿Qué quieres?- dije alterada.
-¿Así me saludas?- dijo el.
-Voy a volver a preguntar, ¿qué quieres?
-Entonces es lo que quieres, hablé con Andrea y me contó todo.- pero que se cree, pensé.
-¿No vas a decir nada?- siguió.
-¿Qué quieres que te diga?
-No se, algo.
-¿Por qué me llamas?- dije enfadada.
-Explicarte todo.
-No tienes nada que explicarme, tu y yo no tenemos nada y nunca mas lo tendremos. Así que adiós.
-Espera, Lucía, no cuelgues, escucha me, te fuiste y me volví loco...- colgué.
No quería saber nada, no dejaré que me vuelva a hacer daño, ahora tengo otra vida y será mejor que la de antes. Me senté en la cama y empecé a pensar. Mientras estaba tranquila en mi cuarto y alguien tocó la puerta.
-¿Sí?- dije.
-¿Puedo pasar?- era Sergio.
-Pasa.
-¿Cómo estás?- dijo preocupado.
-Bien, gracias.
-No sabia que te había pasado todo eso.
-No quiero hablar de eso Sergio.
-Quiero que el tiempo que estés aquí, cuidarte.- dijo al sentarse a mi lado.
-No necesito a una niñera. Puedo cuidarme yo sola, pero gracias.
-No seas tonta, venga, dame la oportunidad de conocerte mejor y que tu me conozcas.- dijo sonriendo.
-Sergio, por favor.
-¿Qué pasa?
-Nada, será mejor que te vayas quiero descansar. Y estar sola.
-Vale, me iré si me prometes, que nos conoceremos mejor.
-Lo pensaré.
-Eso espero.
Antes de irse me dio un beso en la mejilla. La verdad es que me sentía protegida a su lado, pero no quería enamorarme, lo mismo dijo cuando conocí a Martín, pero espero no sea lo que yo pienso. Me dormí tarde, ya que no podía, y al día siguiente fue un día mas, el ultimo de las vacaciones. Pero estuve por ahí disfrutando. Al anochecer, me estuve arreglando ya que mañana iba a ser el primer día de clase, y no se si me ira tan bien, como me lo imagino. Al terminar de arreglarme me acosté y al cabo de unas horas sonó la alarma. Me levanté, me duché, desayuné, me cepillé los dientes, me puse el uniforme y me arreglé. Después mi padre nos llevó, si nos llevó. Sergio iba a mi instituto y teníamos que ir juntos todos los días. Al llegar, el colegio era grande, y la verdad era muy bonito. Espero que me gusten los profesores y los compañeros que 
me tocaran. Al salir del coche me despedí de mi padre y nos fuimos con Sergio hacia la entrada.
-¿Te gusta?- me preguntó.
-No esta mal.
-Eso dices ahora. Luego cambiaras de idea.
-¿Por qué?
-Ya veras.


Luego se despidió y se fue con sus amigos. Yo vi a Eva y me acerqué a ella y me sorprendió diciendo me que nos tocó en la misma clase. Que bien, pensé. Antes de entrar a la primera clase que era con el tutor o tutora para explicarnos un poco como iba todo esto, ya que era el primer día y no hacíamos nada. Le conté lo que me había pasado durante el fin de semana. Lo del beso entre Andrea y Juan, lo que me dijo Sergio, y lo de la llamada de Juan y Pilar. Ella se sorprendió bastante y después me dijo que me olvidara de todo eso, ya que me hacia daño, y tenia razón así que, me olvidé de todo. Entramos en clase, y nos sentamos en la ultima fila, para estar mas cómodas. Al cabo de un rato empezaron a entrar los demás. Había unas chicas 
que iban juntas, seguramente eran las populares o algo parecido, ya que iban pijas y delante de un grupo de chicos que también pensé que eran lo populares y acerté Eva me dijo que ellos eran los mas populares de todo el instituto. Cuando entraron se sentaron cada uno en el sitio que quería. Después llegó el profesor, si era un tutor lo que nos tocó. Todas las chicas nos quedamos mirándolo, porque era muy guapo, era joven así que tuvimos mucha suerte. Era rubio con ojos medio verdes y medio azules, tendrá unos 25 años algo así. 
-Hola chicos, soy Mario. Y seré vuestro tutor este año. Bueno ya que es hoy el primer día y esto es un colegio privado, ya sabréis las normas, no tendré que repetirlas. Espero que os portéis bien, no quiero problemas ni con vosotros ni con vuestros profesores.- siguió hablando hasta que alguien tocó la puerta, al abrir la puerta el profesor vi que era él. Era Martín y estaba en mi clase, esto es perfecto.
-Perdón por tardar, había mucho trafico.- se disculpó.
-No pasa nada. Pasa, siente se. Y bueno chicos, espero que tengáis claro lo que os dije.
Martín se sentó delante mía porque era el único sitio libre, y al vernos nos sonreímos. El profesor siguió hablando hasta que tocó el timbre para ir a almorzar. Eva y yo nos dirigimos hacia la puerta hasta que alguien me cogió del brazo.
-Me alegro de volverte a ver Lucía. ¿Cómo estás?- era Martín.
-Lo mismo digo, muy bien, gracias.
-Martín, aquí estabas, ¿conociendo a la nueva?- nos interrumpió una pija mal educada y seguramente iba a ser la novia, o la ex, o la que esta por el. Porque se notaban los celos.
-A ti que te importa, Raquel.- dijo él.
-Bueno, luego hablamos, adiós.- dije y me fui con Eva.
Nos sentamos en un banco y enfrente estaban todos los populares y entre ellos estaba Martín y a su lado la tal Raquel. Nos estábamos mirando durante casi todo el tiempo hasta que vinieron Sergio y Simón.
-Hola chicas. 
-Hola chicos.- dijo Eva, ya que conocía a Sergio, eran amigos y también era el mejor amigo de su novio Simón.
-Hola.- dije muy desconcertada, ya que estaba pendiente de Martín.
-¿En que piensas?- me preguntó Sergio. Simón y Eva nos habían dejado solos y ni me había enterado.
-En nada. ¿Por?
-No, por nada, es que estabas mirando a otra parte y ni me hacías caso.
-Creo que tengo bastante con verte todos los días que ahora te tengo que hacer caso aquí, no crees.
-Pensaba que me echabas de menos.
-No pienses tanto.- bromee.
-Ya, bueno, y ¿cómo te fue en clase?
-Bien. 
-Veo que la capitana del equipo de porristas no para de mirarte, ¿que le has hecho?
-No se de que me hablas.
-Pues de Raquel, me enteré de que le tocó en tu clase.
-Ah, esa. Es que no sabia que era la capitana de porristas. ¿Y por qué lo dices?
-Pues porque la conozco y si te mira así es por algo.
-¿Y tu de que la conoces?
-Es mi exnovia.
-Ah.
-¿Celosa?
-¿Yo?, que va, ya te dije que no pienses tanto ni sueñes.
-Venga, si sabes que me gusta meterme contigo, y sabes, creo que te mira así porque estoy hablando contigo.
-Lo que tu digas, venga adiós.- me levanté para ir a buscar a Eva.
-Espera, no te vallas.- dijo cogiéndome de la cintura.
-Sergio, por favor. Deja me.
-No te dejaré hasta que no me digas si ya pensaste en lo que te propuse la otra noche.
-No, aun no. Luego hablamos.
Me fui y estuvimos en la clase donde en cada hora venia un profesor diferente para explicarnos como daba su asignatura. Y como dijo Sergio, la tal Raquel, no dejaba de mirarme. Al cabo de un tiempo sonó el timbre. Salimos todos para irnos a casa, mi padre no podía venir por mi, así que me tenia que ir andando. Y a Sergio no lo vi, no quería ni encontrarme con el, porque nos tendríamos que ir juntos. Y no era algo que quería en ese momento. Cuando me dirigí hacia la salida, noté que alguien me estaba siguiendo, y empecé a andar mas rápido. Ya que no me atreví a girarme para ver quien era, ni tampoco oí si me llamó o algo. Luego vi alguien conocido de lejos donde se encontraba toda la gente y también las chicas populares. Me acerqué y no pude creer lo que vi. ¿Pero que hacia él allí? Me pregunté.