¿Quién era la persona que estaba aquí? Me preguntaba sin parar, pero seguía sin poder abrir los ojos, entonces escuché una voz muy conocida.
-Lucía, perdona le.-¿a quién tengo que perdonar?- Cuando me enterré de lo que te hizo, le di su merecido y se fue. Pilar ya no nos molestara nunca más.- era Álvaro quien estaba allí en mi habitación y Pilar la que me hizo todo eso, no me lo podía creer.- Pero como se que no me perdonaras, mejor me iré yo también, espero que te recuperes pronto, no te quiero ver en esta cama.
Entonces sentí que me dio un beso en la frente y la puerta se volvió a oír. Estaba otra vez sola en ese cuarto que solo entraban enfermeras y médicos y lo se porque podía escucharlos hablar. Me encontraba cansada así que no me acuerdo de nada más hasta que se fue Álvaro.Ya volví a reaccionar, no veía negro ni sombras ni nada, podía abrir los ojos por fin. Cuando los estaba abriendo poco a poco y empecé a mover la mano, escuché a una enfermera diciendo.
-Doctor, ¡ya despertó!
Entonces apareció el doctor. Era un hombre de unos 40 años, y estaba con una bata blanca, era alto por lo que vi y con gafas. Se acercó a mi y me puso una luz en los ojos para ver como estaba.
-¿Cómo te encuentras Lucía?- dijo con su voz arrogante.
-Bien.. ¿y mi familia?- pregunté.
Entonces aparecieron, mi madre, Dani, Elena y ¡Mi padre!. No me lo podía creer, mi padre estaba allí conmigo. Cuando me vieron despierta sonrieron y los veía muy cambiados, se notaba que no los había visto hace tiempo.
-¿Cómo estas bella durmiente?- dijo mi hermano.
-No he dormido tanto, para que me digas bella durmiente.- entonces cuando dije eso, todos se me quedaron mirando, como si hubiera pasado un siglo.
-Doctor, ¿no se acuerda de nada?- preguntó Elena, entonces el doctor se me acercó y me dijo:
-Lucía, has estado en coma durante 4 meses casi 5.
-¿Cómo?- dije sorprendida, ¿cómo es que allá estado tanto tiempo en coma?, no me acordaba de nada, lo ultimo fue que Álvaro vino a verme y ya esta.
-Si, hija, teníamos miedo de que nunca despertaras.- dijo mi padre.
-Pero, entonces ya es..- dije pero mi hermano me interrumpió.
-Ya son finales de Agosto.
-Pero y ¿tu boda, papá?- pregunté.
-Eso fue hace 2 meses hija, Irene estaba muy preocupada por ti y quisimos atrasar la boda, pero como ya estaba todo listo, pues teníamos que casarnos, si o si.- dijo sin ánimo.
-No me lo puedo creer. He estado tanto tiempo dormida y no me enterré de nada.
-¿Acaso te acuerdas de algo?- preguntó mi hermano.
-Claro.- contesté muy decidida.
-¿Y de qué?- pregunto esta vez mi madre, que des de que había entrado no dijo ni palabra.
-Pues.. de cuando vino Dani a verme, y me dijo como se llamaba mi sobrina.- el miró sorprendido- Y también vino Álvaro a decirme que se iba y que, Pilar era la que me hizo todo esto.- les dije.
-¿Entonces es la chica misteriosa del pueblo la que te hizo esto?- dijo mi hermano.
-¿Cómo que la chica misteriosa?- le pregunté.
-Pues aparicio al pueblo así sin mas, nadie la conocía y alquila una casa, y después se va. No sabemos nada de ella, solo que era amiga de Álvaro. Pero eso no es importante, la encontraré y me las pagará lo que te hizo.- cuando dijo esto mi hermano, tenia que hacer algo, no quería que le hicieran algo a el también.
-No vas a hacer nada, ¿vale?
-¿Por qué no?
-Porque te puede hacer algo como lo que me hizo a mi, así que de jalo todo como esta. ¿Y cuándo me puedo a ir a casa?
-El doctor dijo que si te sientes mejor, esta misma tarde.- dijo mi padre.
-Que bien, por fin en casa.- dije feliz.
-Hija, no estarás en casa. Esta misma noche te vas con tu padre para la capital.
-¿Cómo que esta misma noche mamá?
-Lo que escuchaste, no te quedaras aquí. Y ya queda poco para que empiece el curso.
-No me podéis hacer esto.- les dije enfadada.
-Lucía es lo mejor, entiende lo.- dijo mi padre.
-Que no, no me quiero ir de aquí, tengo que estar aquí os guste o no.
-No vamos a discutir mas.- dijo mi madre.
Luego ya no seguimos con la conversión. Pasaron unas horas y el doctor vino a informarnos que ya me podía ir, que me encontraba bien. Recogí mis cosas me vestí con ropa que trajo mi madre al hospital para cambiarme. Y luego subimos al coche todos y nos fuimos para casa. Cuando llegué estaba muy triste porque no conseguí convencer a mis padres de que me quedará aquí. Así que me dijeron que vaya a mi cuarto a hacer la maleta. Subí entonces arriba y saqué las maletas, empecé a poner toda mi ropa, y las demás cosas que tenia en mi cuarto. No me llevé todo solo alguna cosa que otra. Al terminar alguien tocó la puerta.
-Adelante. - dije sin mucho ánimo, ya que pensaba que era mi padre para que bajará ya para irnos. Pero era Sonia, Andrea, y Juan.
-¿Cuánto tiempo, Lucía?- dijeron Andrea y Sonia y vinieron a abrazarme.
-Hola chicas, ya, ha pasado bastante.
-¿Y cómo te encuentras?- dijo Juan que se encontraba a mucha distancia de mi.
-No muy bien, porque esta misma noche me tendré que ir.
-Ya, nos acaba de avisar tu madre. Te echaremos mucho de menos Lucía.- dijo Sonia.
-Y yo a vosotras.
-Bueno Lucía os dejamos solos, y espero que sigamos en contacto.- dijo Andrea y luego me volvieron a abrazar otra vez las dos. Y se fueron. Ahora estaba sola con Juan en mi cuarto. Ninguno decía palabra. Hasta que decidió romper el hielo.
-Em..Lucía, espero que te vaya muy bien allí con tu padre. Seria lo mejor.
-Intentaré pasármelo bien, aun que tenga que empezar de cero.- mentí.
-Bueno, pues buenas noches y este es nuestro adiós ¿no?
-Si, adiós Juan.
-Adiós Lucía.
Cuando salió de mi cuarto, empezaron a caer las lágrimas otra vez, viene a mi casa para despedirse de mi y yo que pensaba que se arrepentía y quería que volvamos. Pero no. Ahora si que estaba sola, completa mente sola. Al limpiar mis lágrimas con un pañuelo, escuché a mi madre.
-Lucía, venga baja, ya es tarde.
Cuando bajé vi que Dani también se iba a venir conmigo y papá, no quería dejarme sola otra vez, así que también hizo la maleta mientras la hacia yo. Carla y Laurita también se venían con nosotras. Me despedí de mi madre, y me daba mucha lastima dejarla allí sola, pero me dijo que no me preocupara se mudará con la tía Susi, ya que Álvaro se fue. después de que Elena se vaya a la universidad. Subimos al coche y como era de noche me había dormido. Más tarde los rayos de sol me estaban dando en la cara, ya era de día. Y justo en ese momento mi padre dijo que ya habíamos llegado. Bajé del coche y me quedé mirando la casa de mi padre. Era enorme, y eso que solo vivían el y la tal Irene. La casa tenia un inmenso jardín, también había una
piscina grande. Y al entrar dentro de la casa, era todavía mas grande, había muchas cosas valiosas, y dentro en la cocina se escuchaba una mujer, me imagino que era Irene.
-Venga Luisa, que ya estarán por llegar, y el desayuno tiene que estar listo, tendrán hambre.
Luisa creo que era la cocinera o algo así para que le mandé hacer el desayuno, luego se escuchó mi padre.
-Cariño, ya llegamos.- dijo chillando.
Y como estaba cerca de la puerta de la cocina, al abrir la puerta Irene me sonrió y me dio un abrazo. Era una mujer no muy alta, con pelo castaño y los ojos no me fije mucho pero se veían que eran color verde clarito. Estaba vestida con un vestido de flores muy bonito, al verlo me encantó.
-Hola, Lucía. ¿Cómo estás? espero que bien porque te tengo una sorpresa.
-Hola, muy bien, gracias.- ¿y que sorpresa sera esa? me pregunté.
-Me alegro que ya allás despertado del coma, quería ir a visitarte, pero creí que no iba a ser una buena idea.
-No pasa nada.- se veía muy simpática, todo lo dijo con un tono muy preocupan te. Creo que si paso mas tiempo con ella, me caería muy bien. Y ahora que tengo que estar aquí un año.Llegó mi padre, se dieron un beso. Después entraron Dani, Carla y mi sobrina, se saludaron y subieron a su cuarto, ya que cuando estaban aquí tenían uno para ellos. Me fui directa a la cocina porque me moría de hambre. Al entrar, había una mesa en medio, donde creo que íbamos a desayunar, comer y cenar. Vi a una viejita muy simpática, que al verme me sonrió y me dio un abrazo. Nos presentamos y luego empezaron a venir los demás. Nos sentamos a desayunar, y estuvimos hablando un poco, pero había algo, pensaba que me sentiría muy mal en esa casa, en ese sitio. Pero no, me sentía segura, feliz, y agradada por Irene y Luisa. Estuvieron toda la
mañana preguntándome como me encontraba ya que ayer desperté del coma. Al terminar de desayunar Irene me dijo que tenia una sorpresa para mi. Subimos las escaleras para llegar al segundo piso y vi que habían muchas habitaciones, nos paramos delante de una puerta y me imaginé que era mi cuarto y si, lo era. Al abrir la puerta, la habitación enorme que me había preparado Irene y una caja encima de la cama de matrimonio que había. También había un enorme armario que seguro que me cabía toda la ropa que me traje hasta me dijo que mañana iríamos de compras porque me tenia que comprar el uniforme del instituto ya que era privado. Tenia en mi habitación un baño para mi, eso me encantaba. Luego me dijo que abriera la caja que había encima de mi cama. Y al abrirla vi a un cachorrito dentro.
-Tu padre me dijo que te gustaría mucho tener una mascota. Y quería regalarte un perrito. ¿Te gusta?- dijo muy entusiasmada.
-Me encanta. Y la habitación es perfecta. Muchas gracias Irene. - entonces la abracé.
Después ella se fue y me quedé sola. Estaba pensando en un nombre para mi perrito, era chico.Hasta que me decidí por Rex.
Me encanta :) que guay que ya haya despertado del coma :) bueno xao
ResponderEliminarMe alegro que te guste! Sí jeje, :)
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