https://twitter.com/#!/SentirHistoria

Seguidores

Vistas de página en total

martes, 26 de junio de 2012

Cap.28 Recapacitar


Estuve en el hospital varios días, Natalia, Alba y José, me vinieron a visitar todos los días, Bruno no, porque me dijeron que se había ido de vacaciones no se a donde con sus padres. Y Diego des de la ultima que vez que fui a su casa y le dije que no quería volverlo a ver no lo vi, creo que cumple con su palabra, bueno aun que pensaba que siempre estaría detrás para seguir pidiendo me perdón por lo que paso. Lo bueno de todo es que el no tiene la culpa, si no yo, yo fui la que me pasé con el alcohol y la droga y por culpa de eso me tengo que aguantar. Reconozco que al estar en el hospital todos estos días, quería tomar un poco, pero no podría, la cagaría mas. Así que me tuve que contener por un tiempo. Mi padre sigue decidido en enviarme a una reabilitacion para dejar de beber y de drogarme, mi hermano pues, el, esta muy bien con Carla y su hija, y claro apoya a mi padre al cien por cien, porque dice que seria lo mejor para mi, que quiere que vuelva a ser la misma Lucía de antes, pero yo se que eso nunca pasará y lo se porque si mi madre no esta, falta algo en mi. Y ya se que cuando no tenia a mi padre decía lo mismo pero es que una madre es una madre, y un padre es un padre. Pero es que había pasado toda mi vida con mi madre, la quería y ella me abandonó, ahora ya no la volvería a ver. Bueno pensaba que si me suicidara la vería, pero ya os dije que tuve un sueño y me dijo que no cometiera tal locura. Y ahora que lo pienso por ahora no lo are, pero si mas adelante vuelva a sentirme mal, tendré que decidir, si seguir viviendo o no.

Ya eran las seis de la tarde y era viernes, que bien iba a ser ya fin de semana, pero otro fin de semana mas en el hospital tenia que pasar. El doctor me dijo que tenia que estar unos días mas, y no entiendo porque si yo me siento muy bien, pero que se le puede hacer. Estuve mirando un poco la tele, si como lo leéis, en mi cuarto, bueno no es mio, en el cuarto que estaba en el hospital había tele, eso era lo mejor, así no me aburro. Pues eso estaba sola, y me puse a ver la tele, mi padre se había ido a trabajar creo, y mi hermano no estaba. Alguien tocó la puerta.

-Buenas tardes, Lucía! ¿Cómo estás?- y al girarme lo vi, allí estaba él, pensaba que estaría enfadado conmigo por lo de la ultima vez, pero no era así.
-Hola Diego, mejor que nunca, gracias por preguntar.- dije con una sonrisa en la cara, me encanta tener compañía, porque si nos me aburría demasiado.
-Siento no poder venir antes, es que tenia problemas familiares.- dijo al sentarse en la silla que había al lado de la cama donde estaba yo.
-No pasa nada, estuve todos los días aquí con Nati, Alba y José, mi padre o mi hermano.
-Muy buena compañía has tenido!- dijo riéndose.
-No te creas, estar todo el tiempo preguntando, ¿Lucía estás bien? ¿Cómo no has tenido cuidado? A la siguiente cuida te mas. O, Lucía no vuelvas a beber tanto o mejor dijo a drogarte nunca mas... Vamos algunas de las cosas que me decían, je je.
-Es que te has pasado.
-No empieces ahora tu, por favor.
-No vine a pelear, solo quise ver como estabas. Me dijo Nati, que tu padre te quiera mandar a un...- no le dejé terminar.
-No lo digas, no se que hacer para convencerle de lo contrario.
-Se preocupa por ti, y creo que estaría bien, eso de pasar un tiempo lejos de todo esto.
-No creo que sea bueno, cree me, se porque lo digo..- dije con un tono irónico.
-¿Qué has pensado hacer? No me preocupes..
-No, tranquilo, no es nada. Es que la noche anterior me acordé de lo que me decía mi madre, cuando era mas pequeña y me peleaba con mis amigas.- dije un poco triste de haber vuelto a recordar a mi querida madre.
-¿Y que te decía?- dijo muy interesado.
-Pues que..."La vida es como una caja de bombones: nunca sabes que te va a tocar" y siempre ha tenido la razón...
-¿Lo dices por lo de que peleabas con tus amigas o por lo de tu padre?
-Lo digo por todo, mi vida a cambiado mucho Diego, si me hubieras conocido antes, te darías cuenta...- dije al salirme una lágrima de los ojos y esparcirse por la mejilla, pero la limpié con la mano.
-¿Y en que ha cambiado tanto? ¿En lo de empezar a beber y drogarte?- dijo al acercase a mi, estábamos en tan solo unos centímetros, pensaba que nos besaríamos o algo.
-No es solo eso.- le dije al girarme hacia el otro lado. Entonces el se volvió a alejar poco a poco.
-¿Y entonces? ¿No me lo vas a contar?
-Es una historia muy larga por contar...- dije volviéndome a girar hacia el, y entonces nos miramos a los ojos, era algo mágico, pero sabia que no estaba enamorada de el, lo se, porque lo sentía, mi corazón no pertenecía a el, y eso dolía un poco, porque sabia que el iba a ser diferente a todos, el era perfecto. Y no lo decía porque había perdido la virginidad con el y eso ya ni me importaba porque ni me acordaba de como fue, si no lo digo porque con el me siento bien, se me olvidan todos los problemas y no tengo porque quitarlos con drogas. Lo que decía, el era mágico, era como una aspirina para mi.
-Tengo todo el tiempo del mundo.- dijo sonriendo.
-¿De verdad lo quieres saber todo?
-Eres importante para mi Lucía, y quiero que cuentes conmigo para todo, y si contándome esto te puedo ayudar, estaría de maravilla, y quiero saber si de verdad tenias razones para hacer todo lo que has hecho.
-Vale te lo contaré, pero te darás cuenta de que si he tenido razón, y no solo unas pocas, si no varias.- hice una pausa y continué, le tenia que contar todo des del principio, toda mi historia, mi maravillosa historia(mentira) porque de maravillosa no tenia nada.- pues...hace seis años que mi vida era la mejor de todas, pero luego mis padres se divorciaron, y entonces comenzó todo, mi padre se vino a vivir aquí, conoció a Irene y hace poco se casaron. Mi hermano era la única persona que tenia, era como mi padre en aquel entonces, pero luego tuve que venir a vivir aquí con mi padre, porque su novia se quedó embarazada.- hice otra pausa.- Yo me quedé con mi madre, mis amigas me ayudaban entonces, pero hace poco una de ellas me clavó un puñal por la espalda. Luego antes de que mi hermano se viniera aquí, yo estaba saliendo con Álvaro, su mejor amigo, y estaba completa mente enamorada de el, hasta que aparicio su ex novia Pilar, que me hizo la vida imposible.- descansé un rato, Diego estaba escuchando cada cosa que decía y al rato continué.- luego empecé a salir con Juan, estuvimos dos meses juntos, fueron maravillosos, lo quería muchisimo, pero después del día de mi cumpleaños me enteré que mi madre y mi padre habían hablado para que me viniera aquí durante un año, y tenia que dejar todo, me dejó, y yo estaba tan triste que me fui a un parque, donde me sentía cómoda, vamos quería estar sola, pero antes de irme a mi casa, me habían secuestrado. Me desperté atada de pies a cabeza, y lo ultimo que recuerdo de eso, que era una mujer y un hombre hablando. Después me desperté en un hospital, escuchaba todo lo que había a mi al rededor, pero no podía abrir los ojos, era imposible. Me dormí pensando que eran nomas unas horas, pero al despertarme habían pasado cinco meses, y todos esos meses estaba en coma. Fue lo peor que me ha podido pasar. Luego me enteré que la que me hizo todo eso fue Pilar, la ex novia de Álvaro, pero entonces el ya se había ido lejos, y no lo he vuelto a ver. Al salir del hospital vine directa mente aquí, conocí a Eva y fue mi mejor amiga, era la primera a la que conocí aquí, mas tarde me enteré de que una de mis mejores amigas se besó con Juan, mi ultimo novio, era entonces. Pero quiso olvidarme de eso, y conocí a Martín, era tan bueno conmigo, había cambiado por mi, pero hace poco me enteré de que esta con Raquel, otra mala que me ha querido hacer la vida imposible...- no pude continuar porque me había interrumpido.
-¿Y que pasó con Martín?
-El, era perfecto..no había pasado mucho tiempo con el..pero me enteré que mi madre murió y entonces todo se fue a la mierda, dejé de ver a Eva, luego Martín, entonces es como si lo hubiéramos dejado. Ah, se me olvidaba, al llegar a vivir aquí, me enteré que vivía aquí Sergio. Sergio lo había conocido en mi antigua ciudad en una discoteca, pero aquí nos conocimos mejor, y el poco tiempo que estuve con el me había vuelto a enamorar, pero lo peor es que se fue. Cuando se enteró que estaba con Martín, se quiso ir, para olvidarme y ahora viene lo mejor. Hace un mes o algo así, vino Pilar a mi casa, a decirme que me alejara de Sergio, porque el estaba saliendo con Ana, su prima, y yo pensando que vino otra vez a hablarme de Álvaro, pero no se quedó atrás y me contó que estaban juntos y estaban muy bien.
-¿Y cuando comenzaste a beber?
-Pues.. todo eso comenzó cuando mi madre murió. Me fui un día de fiesta, y fue cuando os conocí a todos. Des de entonces hasta ahora llevo saliendo con vosotros, por eso te dije que dejé de ir con Eva, mi vida había cambiado, y yo pensaba que seria mejor no volver a ser la Lucía de antes, o eso creía. Pero mira donde estoy, aun que pensaba en suicidarme, pero soñé con mi madre, y me dijo que no tenia que cometer esa locura de una niña de dieciséis años. Y bueno murió ella y dejé de ir al instituto.
-Lucía lo siento, tenias razón, todo lo que te ha podido pasar, es...demasiado fuerte, aun que no se si esa es la palabra.- dijo volviéndose a acercar hacia mi.
-No te creas, lo peor fue cuando un día me enteré que tenia una hermana de veinte años, y no la culpo a ella, pero nunca pensé que mis padres me hubieran podido ocultar tal cosa.

Entonces se acercó tanto a mi que estábamos por besarnos, pero la sorpresa fue que aparicio él, y nos interrumpió.

-Lucía.- al decirlo, nos giramos Diego y yo y nos quedamos los tres mirándonos.
-¿Qué haces aquí Martín?- pregunté sorprendida.
-¿No puedo venir a ver a mi chica?- entonces Diego no me dejó contestar.
-Bueno, yo ya me voy, luego hablamos.- antes de irse me dio un beso en la mejilla.
-¿He interrumpido algo?
-¿Por qué has venido?- cambié de tema.
-Me enteré de todo lo que te ha pasado.- y se acercó mas.
-¿Todo, qué?
-Que estas aquí, por una dosis de droga.
-¿Y se te tenia que ocurrir venir ahora?
-Me enteré ayer.
-No me sirve. ¿Tu sabes como he sufrido todo este tiempo? ¡PERDÍ A MI MADRE!- dije chillado y llorando.
-No lo sabia, de verdad. Y te mandé mensajes, te llamé pero no me contestabas. Y pensaba que te habías olvidado de mi, y te habías ido, porque en el instituto tampoco venias, y no llores por favor.
-Te quería, eras la única persona que necesita ver, pero no aparecías por mi casa ni nada, y luego me entero que estas con Raquel.
-Yo también te quiero y mucho.
-¿A sí?
-Si, te quiero. Te quise desde el primer momento en que te vi. Te quise incluso antes de verte por primera vez. Entiende lo.- decía acercándose a mi mas y mas.
-Pues lo siento, pero no lo entiendo. Tan sólo soy una chica delante de un chico pidiéndole que la quiera. Pero me dado cuenta de que....no ha servido para nada. He estado perdiendo mi tiempo.
-¿De verdad, crees eso?
-Si, y te digo una cosa mas, quiero que te vayas por favor, no creo que sea buena idea vernos.
-Entonces... ¿todo se acaba aquí?
-Creo que..los finales felices son historias sin acabar. Pero esto en cambio no es un final feliz.
-Como quieras, es tu decisión, solo te quiero decir por ultima vez. TE QUIERO, y nunca olvidaré los momentos que pasamos juntos, eras especial, y siempre lo serás.
-Adiós Martín.

Algunas de las cosas que dije, las dije sin pensar. Y una de ellas es que se vaya, no quería que vaya, era la persona que quería que estuviera allí conmigo, pero lo hecho, hecho esta. NO se puede hacer ya nada mas, había perdido por completo otra oportunidad de estar con Martín.


Ya había pasado una semana, y fue dura, porque nada mas salir del hospital, me internaron. Mi padre había cumplido con lo que dijo. Y yo que pensaba que era un cobarde y no iba a cumplir con su palabra, pero al contrario, la cumplió. Cuando me llevó a la clínica esa donde me quería internar, mi hermano nos acompañó, y el medico me llevó a mi supuesta habitación, era grande, eso me gustaba, y tenia baño propio como en casa, pero me sentía incomoda, vete a saber cuanto tiempo tenia que estar ahí metida. Al rato, se fueron y me dejaron sola en esa clínica. Que asco, pensé. Me iba a aburrir mucho.


Sergio:

Ya habían pasado varios meses des de que me había ido de esta ciudad, la echaba tanto de menos. Al llegar, me fui directo hacia la casa, Ana estaba cansada con el viaje y quería descansar. Cuando llegué, mis padres se alegraron mucho al verme, y yo también, a la tía Irene no la había visto, pensé que estaría trabajando y acerté. Pensaba que me iba a encontrar con Lucía pero no fue así, no estaba en casa. Tampoco vi a su padre ni a su hermano. Pero bueno, pensé. Me fui a saludar a mi abuela.

-Hola abu!!- y fui a abrazarla.
-Hola cariño! ¿Cómo te fue? Te he echado de menos.
-Muy bien, y ¿eso que esta casa esta tan vacía?- pregunté muy intrigado, vale, mas que nada para ver si me decía donde estaba Lucía.
-Pues tu tía Irene, trabajando, Fabian también, Dani en su cuarto con Carla y la niña.
-¿Y Lucía?- tenia que preguntar, ya que me habló de todos menos de ella, y era la que mas me importaba.
-Lucía...la pobre, ha sufrido mucho, me da una pena, y le había cojido tanto cariño, era como otra nieta para mi.- dijo mi abuela muy triste. ¿Pero que le había pasado?
-¿Pero abu, que pasó?
-¿No te han dicho nada?
-No, no se nada, de nada.
-Pues, la chiquita, sufrió mucho, al perder a su madre..- ¿cómo?
-¿Qué le pasó a su madre?
-Tuvo un accidente y murió. Des de ese día, Lucía dejó de ir al instituto, y empezó a ir de fiesta en fiesta. Hace unas semanas, bebió mucho y se drogó tanto que sufrió una fuerte dosis de droga, y la llevaron al hospital. Estuve internada dos semanas algo así, creo, y ayer salió del hospital y su padre la internó en una clínica de reabilitacion.
-¿No hablaras enserio, verdad abu?
-Cree me, ojala estuviera bromeando con eso, pero no es así, ya te dije la pobre me da una pena.
-¿Y en el que clínica esta?
-Ni idea, eso se lo tienes que preguntar a su padre, solo lo sabe el y su hermano. Tu tía Irene no lo quería saber.
-¿Y eso?
-Ni idea.
-Bueno abu, me voy que Ana me estará buscando.
-Adiós cariño.


Lucía:

Había estado toda la tarde pensando. Mi cabeza daba vueltas, me acordaba de tantas cosas y de tantos pensamientos. Me acordé otra vez de que, la muerte es segura, la vida no. Pero tenia que quitarme esa frase de la cabeza, no podría hacerle esto a mi familia, ellos sufrirían mucho. Pero ahora que lo digo, si me quito eso de la cabeza sufriré mucho mas yo. Así que no sabia que hacer, si morir o no, si vivir o no. ¿POR QUÉ? Cada minuto que pasa es otra oportunidad de seguir cambiando. Me vino después en la mente. Entonces me di cuenta que mi vida cambió por una muerte. Y no debía de continuar con esto, tenia que volver a ser la misma Lucía, la Lucía de siempre, la que siempre esta feliz, aun que haya gente que le haga sufrir, pero era mejor eso que estar encerrada en una clínica y todo por culpa de la droga y el alcohol. Mas tarde una enfermera vino a decirme que alguien vino a verme, seguramente iba a ser mi hermano o mi padre, eran los únicos que venían a visitarme, pero no era así, esta vez era JUAN.

-¿Juan? ¿Qué haces aquí?- el se acercó y se sentó a mi lado, yo estaba sentada en el sofá, que había en mi cuarto.
-Tu hermano me contó lo que te había pasado, y quise venir a verte.
-Muy amable por tu parte, pero no tenias que haber venido. No me necesitas, tienes a Andrea.
-No quiero necesitarte...porque no puedo tenerte. Y no estoy con Andrea, nunca lo he estado.
-Tu siempre me has tenido, solo que nunca has aprovechado el momento.
-¿Eso crees? Si cuando vine aquí, me echaste.
-Porque ya era demasiado tarde. Y claro, pensaba que me ibas a olvidar, por eso me quedé sorprendida al verte aquí.
-No me acuerdo de olvidarte.
-Yo tampoco me acuerdo de haberte olvidado, pero creo que lo había conseguido, hasta que volviste.
-¿Entonces todavía me quieres? Porque solo te digo una cosa, prefiero vivir una vida contigo que pasar el resto de las edades sin ti.
-Han pasado muchas cosas Juan.
- Eso es lo que me mantiene vivo, el tiempo.
- Te equivocas, eso es lo que te mantiene solo.
-¿Quieres que me vaya y no vuelva mas?
-No he dicho eso, solo digo la verdad.
-Creo que fue un error venir aquí.

Y se largó. ¿Pero que se cree? Vino y se fue, así sin mas. No entiendo a los tíos, definitiva mente no los entendía, y eso que mi vida a dado un giro al torno de ellos. Primero Álvaro, después Juan, luego Martín, y Sergio. Y ahora Diego. Esto era demasiado fuerte.

Ya se había hecho de noche, des de que Juan se fue, estuve pensando, no comprendía nada, dejé a Martín, y ahora a Juan, ¿Pero que estoy haciendo? Si sigo así me quedaré completa mente sola. Volvió a aparecer la enfermera y me dijo que alguien quería verme. Yo no quería. No podía seguir haciendo daño a la gente. Pero cuando vi a Sergio entrando, me quedé flipando. Lo echaba tanto de menos, que nunca hubiera pensado que iba a ser el, el que vendría a visitarme.

-Lucía! ¿Cómo te encuentras?- dijo al acercarse a mi, yo ya no podía mas y lo abracé.- ¿Qué te pasa? No llores.
-Te he echado tanto de menos, ¿por qué te fuiste? ¿por qué me abandonaste? ¿por qué no me volviste a llamar? ¿por qué me dijiste todo eso cuando hablamos por ultima vez? ¿por qué no estabas aquí conmigo? ¿POR QUÉ?- dije llorando y dándole pequeños puñetazos en sus abdominales.
-Tranquiliza te ¿vale? estoy ya aquí ¿no?
-Es tarde, ya pasó todo lo malo. Ya no vale la pena que vengas, te tendrías que haber quedado allí y no volver mas.
-¿Eso quieres?- no contesté a esa pregunta, porque era no, pero no podía decírselo.- ¿Por qué no contestas? Bueno deja lo, solo vine a decirte una cosa, no sé a quién odio más, si a ti por hacer que me enamore, o a mí, por necesitarte tanto.- cuando lo dijo, me quedé mirándolo, me quería, estaba enamorado de mi.
-Yo solo quiero decirte que cuando te fuiste, me di cuenta de algo. De que, nuestro amor es como el viento, no puedo verlo pero si sentirlo.- entonces le di un beso, lo quería, mucho, mucho, mucho. Pero lo peor de todo fue que se despegó de mi.
-Y..yo..yo...no puedo hacer...no puedo hacerle esto a Ana. Lo siento.
-¿Qué tiene que ver Ana?
-Ha venido conmigo aquí, y nos quedaremos a vivir aquí, los dos.
-¿Y por qué viniste a verme, si estas con ella?
-Porque necesitaba verte, pero fue un error venir. Lo siento si te he echo daño.
-En todo caso, soy yo la que te tiene que hacer daño a ti, no tu a mi. Vete, por favor.

Y se fue, mi historia de amor, se había acabado. Ahora ya no creía en el amor. Porque si por una vez que estaba bien, me hacen esto. Me ha dolido mucho. Así que, he tenido suerte de estar en esta clínica, pasaré un largo tiempo aquí, recapacitando.

lunes, 25 de junio de 2012

Genteeee!

Perdón por las molestias solo os quise avisar de que al lado de pagina principal que se encuentra encima de los seguidores del blog, podéis entrar en SONRISAS Y LÁGRIMAS, y que esa sera mi nueva novela, pero tranquilos porque también publicaré la segunda parte de SENTIR. Espero que también os guste la nueva novela.

UN BESO A TODOS Y GRACIAS DE CORAZÓN!!

Noticia!

Hola gentee! bueno a ver, ya se que puse muchos títulos pero ahora estoy entre tres:
-Cenizas
-Volver a amar
-Vuelta a empezar
Elegir uno entre estos tres y comentar para ver cual os parece mejor, y ya que estamos aviso, ya tengo terminado el capitulo 28, pero tardaré en subirlo, NO OS ENFADÉIS por favor, jeje y otra cosa, también he empezado a escribir la segunda parte y tengo dos capítulos hechos, cuando los suba espero que os gusten, porque vereis que la vida de Lucía a dado un giro muy grande! Pero no os revelaré mas sorpresas ya lo sabréis al leer el cap28 y también lo que pasará con los primeros capítulos.

Espero que sigáis leyendo y comentando, gracias por toodo, de verdad. UN BESO A TODOOOS!!!!

domingo, 24 de junio de 2012

Cap.27 Yo tengo que volver a la realidad


Era ella, era Pilar, estaba en frente mía, y en mi casa. ¿Pero que hacia ella aquí? me preguntaba pero no me podía responder. Natalia se había ido sin haberme dado cuenta y nos había dejado a Pilar y a mi a solas, en esa casa. Sin nadie, bueno estaba Luisa pero eso era como si no estuviera nadie.

-¿Qué haces tu aquí?- le pregunté al fin.
-Tenemos que hablar.- y pasó. No le había dado ni el permiso ni nada, pero pasaba de meterme en problemas, así que dejé que haga lo que quiera.
-¿Y de que quieres que hablar?- le dije al dirigirme detrás de ella.
-Sabes muy bien de que tenemos que hablar.- dijo dirigiéndose hacia la puerta para ir al jardín.
-Si es de Álvaro, no se nada de él.
-Tranquila, el esta lejos de aquí, y nunca sabrás donde esta.- y se sentó en un banco que había en el jardín y yo me quedé de pie.
-¿En Andalucía?
-¿Cómo lo has sabido?- y se levantó de golpe.
-Me lo dijiste tu hace tiempo, o ¿no te acuerdas?
-Ah, entonces vale. Bueno Lucía, a ver, quiero que dejes de llamarlo y enviarle mensajes.
-¿A quién?- pregunté muy intrigada ya que no me enteraba de nada de la conversión.
-No te hagas la tonta.
-No, enserio, no se de que me hablas. Pero no se porque tenias que venir a marear, nunca te había invitado a venir, ni tampoco he querido hablar contigo, quiero que seas tu la que me deje en paz, ¿no crees?- le solté.
-Tranquilita, ehh, si he venido aquí, sera la ultima vez que me preocupe. Solo quiero que dejes a Sergio.- ¿cómo que a Sergio? Primero era Álvaro y ahora Sergio, esto no me estaba pasando a mi. ¿Pero que se cree?
-¿Qué tiene que ver Sergio aquí?
-Eso no te importa, quiero que lo dejes ya de una vez. El se fue de aquí para olvidarte y tu no paras de ir detrás de el...- la interrumpí.
-¿Qué tienes que ver con Sergio?- volví a preguntar.
-Ya te dije, que eso no importa ahora.
-O me lo dices o...- me interrumpió ella.
-¿O qué? Si te tranquiliza saberlo, soy la prima de Ana.
-¿Y quién coño es Ana?- ¿pero que tiene que ver todo esto? no lo entendía.
-Menos ¿vale?, relaja te, y habla me bien, se nota que has cambiado mucho, antes no eras así, o al menos lo que me decía Álvaro de ti.
-A ti no te importa como he sido antes, si he cambiado o no. Es es mi vida, y voy a hacer lo que quiera, y hablar como a mi se me de la gana. No te olvides que estas en mi casa.
-Mira, paso de ti, solo vine a decirte esto, y ten cuidado con lo que hagas.- y se dirigió hacia la puerta.
-Espera..
-¿Qué?
-No me has contestado, ¿quién es Ana? y ¿por qué viniste a hablar de Sergio y no de Álvaro?
-Ana es mi prima, ya te lo dije. Y estamos muy bien Álvaro y yo, así que no tengo porque hablar contigo de nuestra relación, pero Sergio es el novio de mi prima y..- espera, Ana era la chica que vi en las fotos con Sergio, ahora me acordé de eso. Pero cuando le dije a Sergio lo de Pilar, el me dijo que no la conocía. Ahora si que no entiendo nada.- me he enterado de que Sergio esta locamente enamorado de ti, o estaba, y no quiero que por tu culpa el la deje y sufra.
-Solo te diré una cosa, me importa un bledo Sergio, Álvaro, la tal Ana, y tu. Así que será mejor que te vayas y no vuelvas ni a llamarme, ni a venir aquí a mi casa. Quiero que desaparezcas de mi vida. He sufrido mucho por tu culpa. Y será mejor que vayas con tu novio, o te lo robaran.- le dije echándola de mi casa.
-Ya veremos.

Y se fue. Me quedé paralizada con todo esto, nunca me imaginé nada de esto, pero no tuve tiempo ni para llorar ni para nada,  encima no lloro des de hace ya semanas, no quería volver a hacerlo. Justo en ese momento Luisa me dijo que el desayuno ya estaba listo, así que fui a la cocina, y desayuné pero estaba mal, bueno mal, no se si es la palabra, pero estaba rara, y Luisa se había dado cuenta, pero no quería decirle nada para no preocupar la. Al terminar fui a vestirme y me dirigí hacia el apartamento de Diego, tenia que hablar con el de lo que había pasado la noche anterior, y claro, se lo había prometido a Natalia. Subí y toqué al timbre. No abría nadie, pero justo antes de dar la vuelta e irme, abrieron la puerta.

-¡Lucía!- dijo muy sorprendido.
-Diego..emmm..¿puedo pasar?- dije acercándome a la puerta.
-Claro, pasa!- al entrar me dirigí hacia el salón.
-¿Qué te trae por aquí?
-Vine, porque tenemos que hablar.
-¿Y de que?
-De nosotros.
-¿De nosotros?
-Si, de nosotros. Quería saber si pasó algo entre nosotros la otra noche.
-No se de que me hablas, no me acuerdo de nada.
-¿Estás seguro de eso? Si sabes algo dime lo por favor. Me desperté aquí, en tu cama y estábamos desnudos.
-¿Eras tu?- chilló preocupado.
-¿Cómo que si era yo?
-Me desperté desnudo, pero no sabia con quien había pasado la noche, hasta que al día siguiente me dijo Alba que te llevé a mi apartamento. Pero no me lo creía.
-A mi también me lo dijo, pero ¿de verdad pasó algo entre nosotros?
-Me temo que si.- dijo bajando la cabeza.
-¿Y cómo estas tan seguro de eso?
-Porque siempre que termino desnudo es porque ha pasado algo.
-Me tengo que ir.- y me fui hacia la puerta, no me lo podía creer y tampoco podía seguir allí.
-Espera, Lucía- dijo al cogerme del brazo.- no habrás perdido la virginidad esa misma noche ¿verdad?
-Me tengo que ir, deja me.- y me solté, pero me volvió a coger.
-Lo siento, nunca te quise hacer daño. Perdona me Lucía.- y me abrazó.
-Diego, por favor, deja me.

Y salí de ese sitio. No quiero volver ni volver a ver a Diego, el no tenia la culpa pero es que había perdido mi virginidad de muy mala manera, por dos razones:
1. Con una persona que no quería.
2. Porque estaba borracha y no me acordaba de nada.
Llegué a casa y me eché en la cama. Puse un poco de música. Mas tarde me llamó Natalia para ir a dar una vuelta, y como no quería estar en casa, acepté. Durante todo el paseo no pronuncié ni una palabra, ella me hablaba pero yo no le contestaba, estaba pendiente de mis pensamientos que rondaban por mi cabeza.

-Lucía ¿estás bien?
-Lucía..eooo- volvió a decir.
-¿Eh... qué?... Dime...¿qué pasa?
-¿Que qué te pasa?
-¿A quién? ¿A mi? Nada, ¿por qué?
-¿Cómo que por qué? Estas muy rara, no hablas ni nada, y vamos, que es muy raro.
-Tranquila, no es nada.
-No me lo creo, dime ¿qué te pasa?
-No me pasa nada.
-Venga, cuenta me lo.
-Hablé con Diego.
-¿Y que te dijo? ¿Pasó algo entre vosotros? Cuenta.
-Si, pasó algo entre nosotros. Y quiero dejar el tema ¿vale?
-Oh, Lucía, lo siento mucho. Nunca me imaginé que te hubiera podido pasar esto.- y me abrazó.
-Yo creo que es algo mas en la lista de las cosas horribles que me han pasado durante esta etapa de mi vida.
-No digas eso, también te han pasado cosas buenas.
-Ya..bueno..me voy a casa....¿vale? Quiero estar sola un rato.
-Vale, como quieras. Pero que sepas que me tienes aquí para todo ¿vale? y cuida te mucho que no quiero verte mal.
-Gracias, adiós.
-Adiós.

Al llegar a mi casa, busqué algo en mi bolso, no me acordaba de que, porque había encontrado una bolsita de droga, me preguntaba que hacia en mi bolso. Pero luego me acordé de que la otra noche había tomado. Iba a tirarla a la basura, pero luego decidí tomar un poco mas porque quería olvidar, y como Natalia decía que funcionaba pues quise probar. Tomé un poco mas, y luego un poquito mas, y así hasta que se quedó vacía la bolsita.

Días después...

Estos últimos días estuve otra vez de fiesta con Natalia, primero en casa de unos amigos suyos, luego de botellones y así todo el tiempo. Bebiendo y drogándonos. Nunca me había pasado tanto con la droga pero esos últimos días me pasé, y mucho. Me encontraba fatal, y me había desmayado en una carretera, porque nos encontrabas en un parque o algo así, creo que era. No me acuerdo mucho. Solo que me había despertado en el hospital. Y a mi lado estaban mi hermano y mi padre.

-¿Se puede saber por qué haces esto Lucía?- preguntó mi padre, y yo mareada por todos los aparatos que me habían conectado no tenia ganas de hablar.- Contesta!
-Papá, deja la, esta muy débil aun.- dijo mi hermano.
-No hijo, no la dejaré, ha estado todos estos meses bebiendo, de fiesta y en estas semanas se ha drogado tanto, que al final mira, en el hospital. Es que no me cabe en la cabeza todo esto. No lo entiendo, y quiero que me conteste tu hermana. El doctor dijo que estas aquí por una fuerte dosis de droga, y lo peor de todo, es que, en tus análisis que te hicieron, esta completa mente llena de droga, vamos que solo tienes droga en tu organismo.
-Deja me papá, quiero descansar.- dije al fin.
-No te dejaré, eres mi hija, y me preocupo por ti, entiende lo.
-Des de hace tiempo que no te preocupas de mi, reconoce lo.
-No digas eso hija, sabes muy bien que siempre he estado allí.
-¿A si? ¿Y donde estaba mi padre cuando murió mi madre? Eh ¿dónde?
-Ya se que te ha dolido mucho eso, Lucía. Pero es que en ese tiempo estaba mas pendiente del trabajo, estaba haciendo una gran negociación con un empresario muy importante...- le interrumpí.
-Ves, tu trabajo es mas importante, que tu propia hija. Ahora no me vengas diciendo que porque hago esto. Solo quiero que sepas que por tu culpa estoy aquí.
-No digas eso Lucía, papá ha estado diciéndote que pares de salir, e ir al instituto, pero tu no hacías caso, y ahora mira como terminaste.- dijo mi hermano.
-Parar ya, quiero que os vayáis, quiero estar sola.- dije chillando.
-Tranquiliza te, hija...- le interrumpí.
-Ya no soy tu hija, vete. Deja me..- dije llorando y echándoles del cuarto.
-Lucía, YA, basta!!!! cuando te den de alta te vas a una reabilitación. Ya estoy harto de ti.- dijo antes de salir del cuarto. No me lo podía creer. Mi propio padre me mandará a una reabilitación.

sábado, 23 de junio de 2012

Cap.26 Antes de verla


Esta noche iba a ir de fiesta en casa de Natalia, porque iba a celebrar su cumpleaños. Me invitó a ir, porque des de hace un mes nos conocimos, y nos hicimos muy buenas amigas. Y os estaréis preguntando que es lo que hice durante esos meses. Pues os cuento. Todo comenzó cuando decidí ir de fiesta para olvidar todo y funcionó. Conocí  a Natalia, Alba, Diego, Bruno y José. Des de entonces llevo quedando todos los días con ellos. Y vamos a fiestas, pasar el día, dar una vuelta y mas fiestas. Nos hemos pasado el mes entero yendo a fiestas o a discotecas. Me he divertido mucho, y me he olvidado de todo lo que pasó con mi madre. Lo malo de todo esto es que ya no veo mucho a Eva, hace tiempo que hablé con ella para pedirle perdón por no haberla podido llamar y no querer verla cuando venia a mi casa, y me dijo que no me preocupara, que ya sabia como me sentiría, y la echo de menos, pero se que si vuelvo a quedar con ella, volveré a mi vida anterior, y es algo que no quiero. Y bueno con Martín, mal, como no le contestaba ni a sus llamadas ni a los mensajes, me dejó. También sufrí mucho por eso, y en parte me vino bien conocer a Natalia. Me encanta pasar el tiempo con ella y los demás, me siento mas yo, bueno algo parecido. 

Bajé a comer, y fui a ver la tele un rato, después de unas horas me fui a mi cuarto, me duché, me puse un vestido rojo ajustado, y unos tacones negros, me hice una tranza muy bonita de lado  y me maquillé. Al rato pasó Diego por mi.

-¡Qué guapa estas!- dijo mirándome sin apartar sus ojos de encima.
-Gracias.- dijo riéndome, porque me hacia mucha gracia. Y Diego me caía muy bien, se portaba muy bien conmigo, parecía como si fuéramos amigos de toda la vida. Pero a veces nos enrollábamos y eso es como un amigo royo, pero como hacíamos eso cuando estábamos borrachos no pasaba nada. Siempre nos reímos con ese tema, era muy gracioso saber que te besaste con una persona que es un gran amigo.
-¿Estás lista?- dijo dando me el casco de la moto.
-Si.

Después llegamos a la casa de Natalia, era grande y bonita, porque el barrio era para personas ricas, vamos parecido al mio. Pero estaba al otro lado de la ciudad. Ya había llegado mucha gente, aparcó la moto y entramos en la casa. Fuimos directos al salón, ya sabia donde se encontraba cada sitio, porque muchas veces había venido en su casa. De lejos vimos a los demás Alba, José y Bruno. Y nos acercamos.

-Hola!- saludé a todos con dos besos.
-Hola.- dijo cada uno.
-¿Habeis visto a Natalia?- pregunté.
-Hace un momento estaba aquí, pero se fue no se a donde.- dijo José.
-Vale, iré  a buscarla.- y me fui por todos los lados de la casa, al final la encontré en su cuarto.
-¿Qué haces aquí Nati?
-Nada.
-¿Has vuelto a drogarte?- le había visto la bolsita a su lado, des de hace tres meses se había empezado a drogar, y hace poco lo probé yo.
-No.
-¿Por qué me estas mintiendo? Si estoy viendo la bolsita al lado tuyo.- al decir esto la escondió debajo de sus piernas.- No tienes porque esconderlo.
-Lucía deja me, he peleado con mi padre, y necesitaba un poco para olvidar.
-Y como siempre, este es lo mejor que puedes hacer ¿no?
-Pues no, pero sabes ya como soy.
-Si lo se, por eso me preocupo por ti, no quiere que te pase nada malo.
-No te preocupes, te prometo que tendré cuidado.
-Eso espero. Venga voy a bajo a tomar algo.

Bajé a bajo y fui a ponerme algo de beber. Y así estuve toda la noche bebiendo. Durante todo este mes he estado emborrachándome, y es malo, lo se. Pero me siento mejor porque me olvido de todo. 

El sol me estaba dando a la cara, y tuve que abrir los ojos aun que me daba igual si me molestaba. Al abrirlos vi que estaba en una cama conocida, pero no me acordaba de quien era. Lo peor de todo, cuando desperté estaba desnuda. ¡¡ESPERA!! ¿Cómo que desnuda? ¿No habrá... Me levanté de golpe, cogí toda mi ropa y me vestí. Luego me fui a mi casa. Al llegar me acosté y seguí durmiendo, aun tenia sueño, y me daba igual si ya era de día. Me dormí rápido, eso estaba bien. Pero dentro de unas horas me despertó el móvil, porque me había sonado.

-Lucía!- era Alba.
-Hola Alba, gracias por haberme despertado. - dije un poco enfadada.
-Lo siento, te llamé solo para preguntarme como estabas.
-¿Cómo que como estoy?
-Si, es que a noche bebiste mucho y tomaste un poco de droga de Natalia y empezaste a marearte y Diego te llevó a su apartamento.
-Entonces era eso!
-¿Cómo que era eso? Me preocupo por ti, y nunca te habías pasado bebiendo  y encima mezclaste alcohol con drogas, sabes muy bien que eso es malo.
-No necesito que me des el sermón Alba, gracias por preocuparte pero no hace falta. Puedo cuidarme yo sola.
-Pues no parecía!
-Lo que tu digas, y bueno ¿me dejas seguir durmiendo?
-Si, adiós.

Yo seguí durmiendo hasta que vino mi hermano a volver a marear.

-Levanta te ya Lucía!- vino entrando y sentándose a mi lado en la cama.
-No quiero, quiero dormir, así que vete.- dije tapando me la cabeza con la almohada.
-¿Puedes parar de beber e ir de fiestas?- dijo enfadado y quitando me la almohada.
-Tu no eres nadie para mandarme.- dije en voz alta.
-Tu hermano, o ¿acaso quieres que me enfade de verdad contigo?
-Enserio, deja me, quiero dormir, estoy cansada.
-Solo responde me a una pregunta.
-¿Cuál? y vete.
-¿Todo esto lo haces por la muerte de mamá?
-A ti no te importa.
-Me importa, y mucho. Contesta me.
-No te contestare, así que ya puedes irte por donde viniste.
-Como quieras, luego no vengas detrás mía para pedirme perdón.

Y se fue. Yo seguí durmiendo hasta el día siguiente. Y también os estaréis preguntando ¿y el instituto? Pues des de hace bastante que ya no voy, y me da igual así de claro lo digo, pero lo peor es que mi padre me lo restrega todos los días que había pagado y tenia que ir, pero no le hago mucho caso. Paso olimpicamente de todo el mundo, y como preguntó Dani, ¿si todo lo que hago es por la muerte de mi madre? Y si, esa es mi respuesta. Des de entonces quería olvidar todo, incluso pensé en suicidarme pero luego tuve esa misma noche un sueño, y era mi madre, me decía que tenia que seguir viviendo por ahora, no podía acabar con mi vida solo por culpa de un maldito accidente que acabó con su vida. También me dijo que tenia que cuidarme mas y seguir con los estudios, pero no le hice caso en esto ultimo, no quería y punto.

Lo peor de todo es que por culpa de todo eso he perdido a una muy buena amiga Eva, y a mi novio Martín, ellos eran muy importantes para mi en ese entonces, ahora no, ¿pero a quien miento? me importan demasiado, no paro de pensar en ellos y los momentos que pasamos juntos. Los echo mucho de menos, y necesito a Martín a mi lado, la ultima vez que vi a Eva me dijo que estaba con Raquel, y yo entonces reaccioné, sabia perfecta mente que planeaba algo, y era separarme de el, para tenerlo para ella. Que asco, pensé. Me levanté de la cama sin demasiadas ganas, y bajé a la cocina a desayunar, no había nadie, todos se habían ido fuera, solo estaba Luisa.

-Luisa, ¿me haces tortitas?
-Claro Luci.
-Gracias, estaré en el salón, avisa me cuando este listo.
-Vale.

Fui al salón, me eché en el sofá y enchufé la tele, estuve mirando un rato hasta que alguien tocó al timbre. Fui a abrir y era Natalia.

-Hola Nati.- dije abrazándola.
-Hola Lucía.
-Pasa.- le dije y nos fuimos al salón.
-¿Qué has hecho estos días? Des de la fiesta no te he visto.- dijo sentándose al sofá.
-Ya, es que he estado durmiendo durante todo el día, y eso.- dije yo también sentándome.
-Alba me contó que probaste la droga otra vez.
-Ya, a mi también me lo dijo, pero no me importa mucho, estoy bien ¿no? pues ya esta.
-Espero que lo estés. También me dijo que te fuiste a casa de Diego. ¿Pasó algo?
-No, ¿por?- ¿a quién miento? ni yo misma lo se.
-No por nada, es que Diego esta muy raro des de entonces, y pensé que estabais saliendo o algo.
-Que va! Solo somos amigos.- eso si que era raro.
-¿Seguro?- dijo muy preocupada.
-Si.
-¿Y por qué te has puesto tan nerviosa?
-No me he puesto nerviosa, si no que... bueno te lo contaré.
-¿Qué pasó?- y se me quedó mirando.
-Me desperté en su cuarto al día siguiente de la fiesta..- me interrumpió.
-Claro, como la primera vez, cuando os conocisteis digo. Perdón, sigue.
-No.
-¿Cómo que no?
-Pues eso, que no, esta vez era diferente. Estábamos desnudos y creo que..- otra vez me interrumpió.
-¿Hablas enserio? ¿Pero cómo ha podido pasar? ¿Lucía no habrás..?
-Si habló enserio, no lo se, estaba borracha no me acuerdo de nada. No lo digas ni en broma.
-Pero es que...- esta vez la interrumpí yo.
-Es que nada, si habré perdido eso..ejem..eso ya sabes el que, me muero, pero no, porque no creo que haya pasado nada.
-¿Y cómo estas tan segura de eso?
-No se, ¿qué quieres que haga?
-Nada, pero estaría bien que hablases con el, a lo mejor se acuerda de algo.
-No creo.- dije levantando me del sofá y dirigiéndome a mirar por la ventana.
-No lo sabrás si no lo has intentado.- se acercó a mi.
-Pero y si..- me giré y nos quedamos mirándonos.
-Ya te dije, habla con el.
-No se si podré. Tengo miedo.
-No seas tonta Lucía, si nos te quedaras con la duda de si has perdido la virginidad, porque eres virgen ¿no?
-Buufff, calla, si lo soy y seguro que lo sigo siendo, ¿vale?- dije al dirigirme otra vez al sofá.
-No pierdes nada por preguntarle, Diego es buena persona, nunca te hará daño.- me siguió.
-Lo sé. Pero he sufrido bastante con el amor, no quiero seguir sufriendo.
-¿Hablas de Martín?
-No, bueno.. en parte si, pero también de Juan y Álvaro.
-¿Y Sergio?
-Nunca pasó nada entre nosotros, así que no lo pongo en la lista.
-Que pena, lo conozco y es guapo, haríais muy buena pareja.- dijo sonriendo.
-Emm, Nati por favor.
-Vale, me callo, pero habla con Diego.
-Que si pesada.
-Venga me voy, adiós.- dijo andando hacia la puerta.
-Adiós.

La acompañé hasta la puerta. Y al abrirla, la vi, estaba allí en frente de mi, y era lo mas fuerte que me ha podido pasar. ¿Qué hace en mi casa?

lunes, 18 de junio de 2012

Cap.25 Beber hasta olvidar


Al despertarme pensé que solo era una mala pesadilla y nunca me habían dado esa noticia, pero no era así. Le pregunté a mi hermano y me dijo que al desmayarme cogió el móvil Irene y habló con la tía Susi y le dijo que si que era cierto. Lo primero que quería es ir y despedirme de mi madre, pero mi padre no me dejo ir. Dijo que tenia que preocuparme por mis estudios en estos momentos y cuando tenga vacaciones iría a ver su tumba. Pero yo quería ir ahora, me daba exactamente igual si tendría que ver a Andrea y Juan, ahora solo me importaba despedirme de mi madre. Ya se que des de que vine aquí a vivir no hemos hablado casi, pero la echaba mucho de menos. Esa misma tarde Elena y yo cogimos el tren para volver a la cuidad. Dani no podía venir, tenia que trabajar, y la verdad tuvo que elegir entre mi madre y el trabajo, el trabajo. Elena fue la que convenció a mi padre para que me dejara ir porque si no fuera por eso seguiría con la misma historia, de que los estudios eran ahora lo mas importante, pero para mi no lo era. A las diez de la noche llegamos, la tía Susi vino a recogernos y fuimos a casa a dormir, si mi antigua casa, como la echaba de menos, era tan diferente a la que vivía ahora, pero me gustaba, ahí pasé toda mi vida. Descansamos aun que yo no pude dormir, y al día siguiente por la mañana fue el funeral. Lloré y lloré, pensaba que las lágrimas se me acatarían pero no era así, no paraba. Vino mucha gente, amigos de mi madre y eso, pero al que no me esperaba ver era a Juan, había venido con Sonia y Pedro, y no sabían que yo iba a estar aquí. Al verme Sonia se alegró mucho al verme y vino a saludarme y darme un abrazo, ya que lo necesitaba.

-Lo siento mucho Lucía, nunca pensé que pasaría algo parecido.- dijo ella casi llorando.
-Tranquila, no eres la única, yo tampoco me había imaginado esto.
-¿Y cómo te va con tu padre?
-Pues ahí estoy, me cae muy bien su novia y la criada, aun que la criada es como mi otra abuela. Pero mi padre ha cambiado mucho, se porta diferente conmigo, parece que ya no me quiere como antes.
-No digas eso, tu padre siempre te quera.
-Ya claro, no me dejó venir al funeral, si no fuera por mi hermana..
-Pero ya estas aquí, eso es lo importante.
-Ya bueno..
-¿Y hasta cuando te quedas?
-Dentro de unas horas me vuelvo, ya no pinto nada aquí.
-Pensaba que te ibas a quedar unos días o algo.
-La verdad, no tengo ganas de quedarme y encima mi padre no me dejaría, así que sera mejor irme. Veo que viniste muy bien acompañada.
-Si ya, le dije a Pedro que me acompañara ya que con Andrea ya no salgo, des de que se besó con Juan.
-¿Por qué?
-Porque nunca pensé que te aria esto, des de pequeñas hicimos un trato y era de no salir con ningún novio de la otra. Pero ella fue la primera en destruir el trato, así que ya no es una amiga.
-Tienes razón, ya me había olvidado del trato ese.
-Pues..ya ves. Y ¿qué vas a hacer con Juan?
-Nada, ya no me importa.
-Estas segura de eso?
-Creo que si, tengo novio y estoy muy feliz con el, pero ahora mismo con todo esto no tengo ganas ni para ir a clases, no estoy de humor para nada. Quiero nadar en mi sufrimiento o mejor dicho ahora me gustaría quedarme en coma, para no saber que pasa.
-No digas eso Lucía, sabes que nunca me personaría que te pasara otra vez eso. Eres una amiga especial, y quiero que seas fuerte.
-Gracias Sonia, la verdad necesitaba a una amiga en estos momentos.- le dije abrazándola.
-Sabes que me tienes para todo.
-Lo se.
-Lucía vamos.- escuché que me decía Elena acercándose a mi.

Me despedí de Sonia y me fui con mi hermana para recoger unas cosas de casa y después ir a la estación para volver a  casa. Ahora en vez de quedarme un año con mi padre me tenia que quedar hasta que cumpla los dieciocho. Lo que me esperaba. 

Dentro de unas horas...

Ya habíamos llegado, mi padre nos recogió de la estación, me preguntó como estaba pero le dije que no quería hablar con nadie, al llegar a casa, me encerré en mi habitación y ahí estuve metida durante días. Me llamaban para ir a comer y bajaba pero para nada mas. No iba ni a clases, no veía ni a Eva ni Martín. Apagué mi móvil para que nadie me buscara y estuve distante del mundo. 


Pasaron ya unos meses des de que mi madre había muerto y fue lo pero que me pudo haber pasada, porque des de entonces dejé de salir de casa. Mi padre y mi hermano se empezaron a preocupar mucho, venían a buscarme pero yo no quería ver a nadie. Hasta hoy, me levanté salí de mi cuarto arreglada y me fui a dar una vuelta por la ciudad. Pasaba de ir a clase des de hace mucho tiempo, y no iba  a empezar a ir ahora. Estuve toda la tarde por ahí, llegué a casa, comí estuve dando vueltas por la casa, hasta que decidí ir de fiesta un rato, necesitaba emborracharme y olvidarme de mi vida. Me puse el mejor vestido sexy que vi en mi armario, me maquillé y salí de casa. Llamé a un taxi y me llevó a una discoteca que había por la ciudad. Al llegar, compré una entrada y entré, lo primero que fui es ir  a la barra para pedir algo de beber. Estuve unos minutos en la barra hasta terminar mi bebida, al cabo de un rato una chica alta, guapa, rubia, de ojos azules, vamos la típica chica que le gustaría a un tío. Pidió algo de beber y se sentó a mi lado. 

-Hola, soy Natalia.- dijo sonriendo me y dando me dos besos en las mejillas.
-Hola, yo Lucía, encantada.
-Igual mente. ¿Y eso que estas tan sola?
-He venido sola.
-Puedes quedarte conmigo si quieres, yo estoy con unos amigos. Ven que te los presenté.

Nos levantamos y nos dirigimos hacia una pandilla, que habían tres chicos y una chica, hablando, bebiendo y bailando. 

-Chicos, esta es Lucía. Lucía esta es Alba,- una chica morena, muy guapa también y bajita.- este es Diego,- él era rubio, alto, musculoso, estaba sonriendo, tenia una sonrisa hermosa.- él Bruno- este también era alto, era de pelo oscuro y unos ojos marrones oscuros hermosos.- y este ultimo es José.- el no era ni bajito ni alto, entre medias, y tenia un color de pelo castaño claro, un poco rubio también. Todos me saludaron con dos besos, se veían muy simpáticos. 


-Encantada.- les dije a todos.
-Igual mente, guapa.- dijo Diego.
-Lo mismo digo.- dijo José.
-Igual mente, creo que nos llevaremos muy bien.- dijo Alba.
-Yo también me alegro de conocerte.- dijo Bruno.
-Bueno chicos, ¡que empiece la fiesta!.- dijo Natalia.

Y así estuvimos durante varias horas, bailando, bebiendo, disfrutando de la música, y de la noche y por supuesto de la compañía. Me gustaba esto, nunca me había divertido tanto, siempre me aburría en las fiestas pero esta vez no era así, era diferente, y me sentía única. O mejor dicho ya no era la misma Lucía. 

Me desperté en un sitio no conocido para mi, era una cuarto grande, y me dolía mucha la cabeza, no podía ni moverme, me encontraba fatal. 

-¿Dónde estoy?- me dije a mi misma, pensando que no había nadie conmigo, pero me equivoqué.
-Ya te despertaste dormilona.
-¿Y tu eres?- no lo conocía de nada, o eso pensé.
-Veo que no te acuerdas de nada..
-No, de nada, si me pudieras refrescar la memoria, por favor.
-Será un placer, bonita. Soy Diego, nos presentó Nati, anoche.
-Emm... a ya... ya me acuerdo, ¿pero que hago aquí?
-Pues bebiste mucho, vamos que te emborrachaste y te llevé en mi casa, porque decías que no sabias donde vivías, y no me podías dar tu dirección.
-¿Yo te dije eso?
-Si, con esas mismas palabras, bueno exactamente no esas mismas, solo algo parecido.
-Que gracioso eres, ¿no?
-Bastante. Y bueno ¿ahora te acuerdas de la dirección?
-Si, pero ya me voy yo sola, no hace falta que me lleves, ya hiciste bastante por mi.
-No creo que sea buena idea, que te vayas sola digo, te encuentras muy débil aun.
-No tanto, tranquilo.
-Como quieras.

Me levanté y me dirigí hacia la salida, aun que tenia razón, me encontraba muy débil aun, pero pasaba de estar en una casa desconocida. Así que pedí un taxi, me llevó a casa, y al llegar vi ni mas ni menos a mi padre esperándome en el sillón del salón, con una cara de enfadado. Y sabia lo que me esperaba.

-¿Se puede saber donde demonios estabas Lucía?
-En casa de una amiga.
-Llamé a Eva y no estabas con ella.
-En casa de otra amiga papá.
-Te emborrachaste ¿verdad?
-Que te importa papá.
-Me importa y mucho, eres mi hija, no voy a dejar que hagas de tu vida lo que quieras, mañana vas al instituto.
-¿Qué? Pero..
-Ni pero ni nada, mañana vas, no vas a seguir todo el año sin ir, te dejé estos meses de descansar por lo de tu madre, pero ya veo que estas mejor, así que mañana vas, te guste o no.
-No me puedes hacer eso, no quiero volver, quiero disfrutar del tiempo que me queda.
-Ya te dije algo Lucía.- dijo levantando se del sillón.
-Papá...
-Ni papá ni nada, ve a ducharte que hueles a alcohol a quilómetros.

Me fui a mi cuarto y me metí en la bañera, mi padre no podía hacerme esto, no tenia derecho. Jolines, vale si lo tenia, pero es que no puedo volver al insti, definitiva mente no puedo, entenderlo, no veo a Eva ni Martín des de que pasó todo esto, y no se como reaccionarían conmigo, después de apagar el móvil. Y hablando de móvil, lo cogí y vi que lo había vuelto a encender, seguramente anoche cuando estaba bufada, vi que tenia en fondo de pantalla una foto con Bruno y Diego estábamos muy felices, y como no, con lo borrachos que estábamos todos, pero también vi que tenia mensajes y bastantes.

Lucía ¿qué te pasa? no se nada de ti. Martín


Gorda, ¿cómo estás? tu hermano me contó lo que ha pasado, fui a tu casa unas cuantas veces y no me quisiste recibir, tranquila no me enfado, solo quiero que sepas que cuentas conmigo. Eva


Mi niña guapa, llámame, te echo de menos. Martín


Lucía, siento mucho lo de tu madre, espero que te recuperes. Juan


Lucía, mi madre me dijo lo que pasó con tu madre, lo siento muchisimo, me hubiera gustado estar allí contigo y ayudarte con lo que pueda. Álvaro

Y muchos mas de Eva y Martín, pero los que me sorprendieron eran los de Juan y Álvaro. Pero lo que mas me dolía es que Sergio ni un mensaje ni una llamada nada, no se preocupaba ya mas por mi, o mejor dicho se había olvidado de mi por completo.

domingo, 17 de junio de 2012

Cap.24 Mala noticia


Cuando me giré, vi a mi tutor, Mario.
-Gracias profe, te debo una.- dije con una sonrisa.
-De nada Lucía, tranquila no me debes nada.

Luego me despedí de él y me fui a clase. Pasaron las horas y me fui para casa con Eva, al llegar me acordé de que a las ocho pasa a por mi Martín así que, comí rápido, hice los deberes, estudié un poco ya que el profesor de física y química nos había mandado repasar el tema porque iba a preguntar mañana, la mitad me lo sabia así que solo repasé lo demás. Al ver la hora eran las seis. La tarde se me había pasado volando, me di un baño de espuma para relajarme, me vestí, me peiné, me maquillé un poco y bajé a la cocina para comer una manzana, que tenia un poco de hambre. Luego fui al jardín a jugar un rato con Rex, y después de un rato tocaron al timbre. Luisa me aviso que me buscaban, así que me imaginé que era Martín, y
acerté. Nos saludamos y nos fuimos caminando. Llagamos en un parque, pero al salir del parque había una montaña y empezamos a caminar por un camino que había, y llegamos hasta el pico de la montaña, no era muy alta así que no nos cansamos. Como se estaba haciendo de noche, se veía toda la cuidad muy bien por las luces. Era un sitio hermoso tal y como me dijo, nos sentamos en el suelo, encima de una manta y comenzamos a hablar.

-¿Te gusta?
-Me encanta. ¿Siempre vienes aquí? - le pregunté.
-De vez en cuando. Mas que nada, cuando estoy triste.
-Entonces, ¿ahora estas triste?
-No, solo quería llevarte aquí, para que lo conocieras, como no querías ir a la fiesta, quería pasar tiempo contigo si o si, y esta era la mejor escusa.
-Ah, entonces vale. Y ¿por qué no viniste hoy a clases?
-Me dolía la cabeza y no me apetecía. Pero ahora estoy contigo.
-Si no me hubieras dicho ayer que me recogías seguro que no te ibas a acordar de llamarme hoy.
-No lo digas ni en broma, lo mas que quiero es verte y estar contigo. Ya te dije que no puedo estar  es casa tranquilo sin verte.
-Por esta vez te creeré.
-¿Entonces nunca me crees?
-Siempre te he creído, solo que..- me interrumpió.
-No digas nada, deja lo. Y dime, ¿volviste a soñar otra vez como la otra noche?
-No, o al menos no me acuerdo.
-Que pena, y yo que quería saber que sonarías ahora.
-Si me acuerdo de otro sueño te lo diré, tranquilo.
-Vale, entonces, esperare ancioso.
-Tu espera, que seguro que sera para largo.
-Jo, no me digas eso, veras que esta noche soñaras conmigo.
-¿Y cómo estas tan seguro de eso?
-Lo se y punto.
-Pues si pasa, ya te lo diré mañana.
-Vale, esperaré la noticia.

Se nos pasó el tiempo volando, ya era tarde, tanta charla y no vimos que ya eran las diez y media, y si no estoy para cenar, mi padre me mata. Ultima mente es muy estricto con todo, ha cambiado bastante, y si falto yo o Dani en un desayuno, comida o cena, tenemos una semana castigados para limpiar no se que, así que me tenia que ir corriendo. Martín me acompañó, me despedí de él y entré en casa. Al llegar a la cocina, vi que Luisa estaba terminando de hacer la cena, esta vez tuve suerte y aun no habían empezado. Fui al salón para ver quienes estaban y vi que Carla estaba con la niña dándole el biberón, y mi padre e Irene viendo la tele como siempre. Mi hermano se había ido a trabajar, así que ya lo iba a ver mañana. Y Elena se había
ido a su cuarto porque estaba cansada o al menos eso me dijo mi precioso padre, que quiero tanto, y tanto. Mentira, rectifico, quería, se porta muy diferente conmigo y eso no me gustaba para nada. Y bueno hablando de donde estaban todos, los padres de Sergio la mayoría de las veces no están en casa, así que los conozco muy poco, y la verdad no me importa mucho. No es que haya hablado con ellos para conocerlos, pero como nunca los veo. Y bueno paso de tema, la cena ya estaba lista, cené y no dije ni palabra, mi padre me empezó a hacer preguntas pero como no tenia ganas de hablar solo movía la cabeza de un lado para otro para decir si o no.

Al terminar me fui a mi cuarto, me acosté en la cama  y puso un poco de música para rejarme y olvidarme de todo, al poco tiempo me había dormido, estaba bastante cansada y no me había puesto ni el pijama. Al día siguiente me levanté con la ropa que tenia anoche. Luego como todos los días, me duché y me arregle, esta vez al bajar Martín me estaba esperando fuera, para ir juntos al instituto.

-Hoy vas muy guapa..- me dijo al salir de casa.
-Voy como siempre, no se a que viene esto.- dije sin mucho animo, porque tenia un sueño. Aun que me dormí muy rápido anoche esta demasiado cansada para levantarme temprano.
-Lo dije porque tienes una cara, de mal sueño.
-Ah, entonces te burlavas de mi, como siempre.
-Sabes que nunca me he burlado de ti.- ya quedaba poco para llegar.
-Ya claro, lo que tu digas, no tengo ganas para nada, y por favor no me cabrees.
-Uyyy, pero que le pasa a mi chica, no me gusta verte así sabes.- me dijo al abrazarme por la cintura.
-No he dormido bien, o mejor dicho, no he dormido casi. Y tengo un sueño horrible.
-Pues no sabes como se nota.
-¿Por la cara?
-Por la cara y por tu humor, preciosa.
-Me estas desanimando mas, lo sabias.
-Tranquila, si te portas bien, y sonríes, nadie se dará cuenta.
-Muy gracioso.
-Lo sé. Venga no te enfades, te tengo una sorpresa.
-Así, ¿cuál?
-Luego te lo digo.
-Jo que malo, ahora que comencé a poner feliz.
-Pues así te dejo, después te cuento.
-Que malo que eres.
-Puede, pero sabes que lo hago a posta.
-Si lo se, tranquilo.

Ya habíamos llegado, entramos en clase y claro como siempre, todos los días tienen que ser aburridos por culpa de estas malditas clases, pero tenia que aguantarme ya que me quedaba poco bueno poco, solo dos años mas, y eso porque quería hacer bachiller aun que aun no se donde hacerlo, aquí en la capital o donde vivía antes. Aun que seria muy duro para mi volver a mi vida anterior. Pero a caso aquí es peor, me preguntaba. Fue un día largo y el tiempo paso demasiado lento, y la verdad era muy raro, porque el tiempo siempre  se me pasa rápido, esta vez no era así. Que pasará, pensé. Terminaron las clases, por fin. Y antes de irme a mi casa, Martín me llevó al parque donde solimos ir cuando podemos. Nos sentamos en un banco.

-¿Me dirás ahora lo que me dijiste esta mañana?- pregunté muy intrigada.
-Si me dices que ya estas mejor.
-Esta mañana también estaba bien, sabes.
-No porque estabas con sueño y decías lo primero que te venia en la cabeza.
-Bueno, vale, lo que tu digas, ahora me dirás eso.
-Mira por decir eso, ahora no te lo dijo.
-Vale, entonces ya me voy a casa.
-No espera.- me cogió del brazo porque me había levantado.
-¿Me lo dirás?
-Vale, si. Pues mira.. que tenia ganas de decirte que te quiero mucho, mucho, muchisimo.
-¿Era eso?
-Si, ¿o no te gusta que te diga que te quiero?
-Si que me gusta que me lo digas, pero pensé que me ibas a dar una sorpresa como me dijiste.
-Ya es que era a posta, para dejarte pensando todo el día.
-Pues tu como siempre, muy gracioso.
-No te enfades.- dijo besando me.
-Vale, no me enfado, venga me voy ya que ya sabes como es mi padre.
-Si lo se, te acompaño.

Llegamos a casa, y al entrar me sonó el móvil.

-¿Sí?
-¿Lucía?- dijo una voz femenina al otro lado del teléfono.
-Si soy yo, ¿quién habla?
-Soy la tía Susi.
-Oh, hola tía.
-Te llamé para decirte que..- paró de hablar y empezó a tartamudear y a llorar.
-¿Qué pasó?- dije preocupada y al rato se acercó Irene y Dani, porque me habían escuchado hablar con alguien.
-Hay cariño...no sabes...t..t..tu madre..
-¿Qué le pasa a mi madre?
-Lo siento mucho de verdad..Lucía perdón.
-Pero dime que le pasó, me estoy preocupando.- dije casi chillando. Y entonces apareciendo Clara con Laura y Luisa que venían de la cocina.
-T..tu madre, tuvo.. un a..accidente.
-¿¿QQuéé?? ¿Y cómo está?- y al lado Dani me estaba preguntado que que pasaba.
-Eso es lo peor hija.. el medico..me ..acaba..d..de avisas que...tu madre.. acaba de morir.

No me lo podía creer. No, esto no me estaba pasando a mi, ¿pero por qué? y al escuchar eso me empezaba a marear. Al despertarme me encontraba en mi cama. Me había desmayado.