Queridos lectores, ya llega el final de la primera parte de sentir, he hecho unos cambios en mi blog como veis jeje, Ah y donde pone sentir al lado de pagina principal, al apretar vais directos a la otra pagina que tengo publicado también mi historia pero podéis entrar para ver las fotos de los personajes de esta historia! Gracias a todos!
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sábado, 26 de mayo de 2012
Cap.13 Mi hermana desconocida
Cuando abrí la puerta, era una chica de pelo rubio, ojos color miel. Era flaca y muy guapa. Tenia unos shorts y una camiseta normal y corriente y un conjunto con unas deportivas muy chulas. No
la conocía de nada, nunca la había visto, pensé que se había equivocado de casa o algo por el estilo. También pensé que era alguna nueva vecina que se abra mudado hace poco y no conocía
el pueblo. Pero no, ella parecía que me conocía, cuando me vio me sonrió, su sonrisa era parecida a la de mi hermano Dani, entonces me di cuenta de que lo echaba mucho de menos. La chica se veía muy simpática, así que le saludé:
-Hola.- dijo con una sonrisa, aun que no estaba muy de humor que digamos.
-Hola, tu debes de ser Lucía ¿no?- ¿cómo? sabia mi nombre, que raro.
-Si soy yo. ¿De que me conoces?- pregunté intrigada.
-Yo soy Elena. Y necesito hablar contigo. ¿Puedo pasar?
-Claro, pasa.- le dejé entrar, le pregunté si quería tomar algo, pero no. Se quiso solo sentar en el sofá.
-No se como empezar.- empezar el qué, pensé.
-Des del principio.
-Si tienes razón. A ver Lucía ya se que te estarás preguntando quien soy y de que te conozco.
-Adivinaste.
-Bueno, pues hace tiempo cuando cumplí los 18 y me fui a estudiar en una universidad, que ahora tengo 20 por cierto- sonrió.- me enteré que era adoptada. Ya se que parece algo muy raro porque nunca mis padres, o mejor dicho mis falsos padres no me dijeron nada, pero así es la vida.
-Y ¿qué tiene que ver esto ahora?- la interrumpí.
-Tiene que ver y mucho. Por favor no me interrumpas mas, deja me terminar. - continuó. - Entonces les pregunté que si sabían donde estaban mis verdaderos padres y me dijeron que tenia que ir en el sitio de donde ellos me adobtaron. La verdad es que no quería ir en todo este tiempo, pero la semana pasada me decidí a buscar a mi familia, ya que mi falsa madre murió de cáncer el mes pasado y mi falso padre se fue y no lo volví a ver mas. Y no tengo otra familia. Y me dijeron que mi familia era Sánchez.
-¿¡Qué!?
-Soy tu hermana mayor Lucía.
-Espera, espera, quieres decir que mis padres me han mentido todo este tiempo.
-No he dicho eso, pero a mi me abandonaron, y necesito a una familia, entiende me.
-¿Qué tiene que ver, con lo que te he preguntado?
-Nada, pero si no te han dicho eso, se lo tienes que preguntar a ellos.
-Y ¿cómo?. Mamá se fue a trabajar y papá...- no pude continuar.
-¿Qué pasa con papá?- dijo preocupada.
-Él, ya no vive aquí.
-¿Cómo que no vive aquí?
-Pues lo que escuchaste, no vive aquí, y mejor será que te vayas, creo que mi madre llegará en cualquier momento, solo se fue un rato al juzgado.
-¿Qué hace allí?
-Es abogada.
-No me puedo ir, primero quiero que me explique todo y segundo no tengo donde ir.
Entonces llegó mi madre. Feliz, y no se porque estaba tan feliz, nunca la había visto así.
-Hija..Lucía. ¿Dónde estás?
-En el salón.
-Felicidades tía.- dijo sonriendo.
-¿Cómo que tía?
-Ya nació tu sobrina.
-¿Enserio? Que bien, tengo que llamar a Dani.
-Más tarde, que ahora estará ocupado. Hola amiga de Lucía.
-Mamá, ella no es mi amiga. Ella es..- alguien me interrumpió, Elena.
-Soy Elena, su hija.
-¿Elena?- dijo sorprendida, y en su cara se notaba que sabia perfecta mente de quien se trataba.
-Sí.
-Espera, mamá, ¿la conoces?
-No sé que decir.- dijo mi madre.
-Solo vine para conoceros, y que necesitaba vuestra ayuda.
-¿Y de que se trata?- dijo mi madre otra vez sorprendida.
-Estoy en la universidad y necesito que alguien me pague 1 año mas de curso.
-¿Viniste aquí solo por dinero?- le dije enfadada.
-Lucía tranquila, Elena te daré lo que necesites.
-¿Peró mamá?
-Lucía, por favor.
-Ni por favor ni nada mamá, quiero primero que me expliques que es lo que pasó con ella.
-No hay nada que explicar.
-Señora.. - dijo Elena confundida.
-Delia, soy Delia.- continuó ella.
-Eso Delia, que creo que mi hermana tiene razón.
-Aun no ha dicho que de verdad eres mi hermana.- le dije ofendida.
-Chicas por favor, no puedo deciros nada.
-¿Quieres que llamé a papá?
-No, ya os explicaré todo, ¿vale?
-Pues ya puede empezar.
-Hace 20 años, quedé embarazada y como era muy joven, pues cuando nació Elena, la di en adopción, después de unos meses me dijeron que ya estaba en una familia, y me alegré mucho y des
de entonces he estado dando dinero cada año para su escuela, y luego universidad. Y hace poco me dijeron que su madre murió y el padre se había ido.
-¿Por qué nunca me habéis dicho nada?- dije yo.
-Porque era lo mejor que pensamos con tu padre.
-Y Dani, ¿lo sabia?
-No, no se lo dijimos a nadie.
Me fui a mi cuarto y me encerré, ya no quería saber nada más. Ya tenia bastante con lo de Juan que ahora va y me entero que tengo una hermana mayor. No sabia que hacer, era muy difícil para mi todo. Dentro de 2 meses me iba a ir con mi padre, pero ¿por qué me hacen todo esto mis padres? me preguntaba, como
es que mi vida es así de difícil. Ya sabia donde podía tranquilizarme y olvidarme de todo. Me vestí y me fui a la piscina, en el agua me siento mejor. Estuve todo el día allí, hasta que se hizo de noche y decidí irme ya casa. Cuando llegué mi madre había preparado la cena y Elena estaba allí ayudando la y yo que pensaba que ya se había ido.
-Lucía, la cena esta lista, Elena se quedará un tiempo con nosotras.
Era de esperar. Una mas en la familia. Y ahora que lo digo me acordé que tengo que llamar a mi hermano. Le felicité y pensaba en contarle todo pero creo que no tenia que hacer tal cosa. Bajé a cenar y en toda la cena estaba hablando Elena, estaba contando como fue toda su vida y que estaba estudiando en la
universidad para ser médico. La verdad es que me tocó una familia muy estudiosa. Cuando terminé de cenar me fui a acostar, me había llegado un mensaje de Juan:
Lucía, perdona me, no tenia que haber dicho todo eso el otro día, ¿podemos vernos mañana? Te echo de menos, contesta por favor, te quiero.
Le echaba de menos, pero no estaba segura de contestarle, estuve pensándolo un bueno rato, pero me volvió a llegar otro mensaje.
Ya veo que no quieres responder, perdona me de verdad, no puedo dejar de pensar en lo que te dije necesito que me perdones Lucía, te quiero, por favor.
Al final le contesté:
Juan yo también te echo de menos, pero no creo que sea buena idea vernos, tenias razón es mejor dejarlo ahora ya que me iré, cuando vuelva, espero que me sigas esperando porque nunca
dejaré de quererte. Buenas noches.
Me pasé mucho al decir todo eso, pero era lo mejor.
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