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domingo, 27 de mayo de 2012

Cap.14 No sufras Lucía


Hoy me levanté y como era sábado no quería quedarme en casa encerrada. Me duché, me arreglé y salí fuera, ya que mi madre se fue con Elena para enseñarle la ciudad un poco. Aun no había hablado mucho con ella, pero pensé que podría darle una oportunidad, total ella  no tiene la culpa de nada. Me fui al parque donde siempre voy a relajarme y donde fui la ultima vez cuando Juan me dejó. Me senté en un banco para disfrutar del aire libre, ya que hacia un poco de viento y no era para nada mal tiempo. Me puse los auriculares y empecé a escuchar un poco de música que tenia en el móvil. Estuve toda la tarde en ese parque, el tiempo pasó muy rápido. Al levantarme para irme a casa ya que era tarde, estaba ya encareciendo, y alguien me golpeó.
Pasó muy buen rato, porque al despertarme no me acordaba de nada. No sabia donde me encontraba. Tenia los ojos vendados. Estaba tirada en un suelo porque notaba que los pies y las manos estaban atados. Quería saber donde estaba, y quien me izo todo esto. Pensé que me estarán buscando. Al cabo de un rato escuché unas voces:
-¿Pero que has hecho?- era una voz de un hombre.
-Hice lo que tenia que hacer, ella es la culpable de que no quiera estar conmigo.- la voz era de una mujer.
Ya no logré escuchar nada mas. Me habían secuestrado. ¿Cómo he permitido que me pasara esto? Tenia que hacer algo, pero no me vino nada en mente. Después de estar pensando que hacer, alguien vino y me pinchó con una aguja en el brazo. Después de eso me habría dormido porque no me enteré de nada de lo que pasaba por mi alrededor.


Dani:
Había pasado ya una semana, y Lucía no aparecía. No sabíamos donde estaba. Cuando mi madre me llamó, llegué en el primer vuelo. Mi hermana me necesitaba todo este tiempo y yo estaba pendiente de Carla y de mi hija. Al llegar, mi madre me contó que Lucía ya no estaba con Álvaro, luego estuvo con Juan, pero no supo nada mas. Luego me enteré que tenia una hermana mayor, Elena. Ella ha estado con nosotros toda la semana y preocupando se por Lucía. Avisamos a la policía hace ya unos días, pero nada. Mi hermana seguía sin aparecer. Anoche mi padre llegó para estar con nosotros ya que es también su hija. Estuve buscando por todos los sitios, preguntando a sus amigos, pero nadie sabia nada. Juan también nos ha estado ayudando pero nada. Estaba muy preocupado. Al cabo de un rato sonó mi móvil, era LUCÍA!
-Hermana, ¿dónde estás?- al oír eso, mis padres se acercaron para escuchar lo que diría.
-No soy tu hermana, pero seguro que tu hermana es la chica que acabo de encontrar. Tenia el móvil en el bolsillo y como era el primer numero en la lista llamé.
-¿Dónde esta ella?
-En el hospital 'San José'
-Gracias, vamos para allá.
Mi hermana había aparecido, no me lo podía creer. Cogimos el coche y nos fuimos directos al hospital que se encontraba en el centro de la ciudad. Al entrar vimos a una chica joven, de pelo moreno, y muy guapa, le sonríe, y al final era la chica que me había llamado. Me acerqué a ella para preguntar mas sobre lo sucedido.
-¿Dónde la encontraste?
-Estaba tirada en el suelo, en una calle. Pobrecita, estaba llena de heridas y tenia sangre por todo el cuerpo y cara.- dijo muy preocupada.
-¿Cómo? Se enterraran los que le hicieron esto a mi hermana. Gracias por todo. Ella había desaparecido durante una semana, y no sabíamos nada.
-Pues menudos imbéciles que son. De nada, me preocupe mucho cuando la vi, y me sonaba su cara, y me acordé que la vi en la tele, en las noticias que decía que estaba desaparecida.
-Ya, me lo imagino, mis padres fueron directos a la televisión para dar la noticia y que alguien que la allá visto nos avisara.
Al hablar un rato con esa chica tan hermosa, que todavía no sabia su nombre, apareció el médico.
-¿La familia de Lucía?- dijo con una voz aguda.
-Somos nosotros.- señale yo.
-¿Cómo esta nuestra hija, doctor?- dijo mi padre muy preocupado y mi madre que no decía ni palabra, estaba llorando.
-Lucía ha tenido contusiones no muy graves, ya que la habían maltratado, tenia muchas heridas. Pero eso no es lo importante, al curar las heridas, vimos en el brazo un pinchazo de una aguja y hicimos pruebas para saber que era lo que contenía la aguja. Al ver la prueba vimos que Lucía estuvo en coma durante varios días, y sigue estando en coma.
-¿Y que contenía la aguja, doctor?- dijo Elena, que se encontraba al lado de mamá, también llorando.
-Una medicina que paralizo el tronco cerebral hacia el cerebro. 
-¿Puedo ver a mi hermana, doctor?- dije yo, ya que no quería volver a dejarla.
-No creo que sea buena idea, pero solo tendrán que ser 3 minutos.
-Claro, gracias doctor.
Antes de entrar para ver a mi hermana me despedí de la chica hermosa, porque tenia prisa. Luego me dirigí en la habitación donde estaba mi hermana y la vi, estaba en la cama sin moverse, y todo esto por mi culpa, por no estar con ella.
-Ya se que es tarde venir aquí hermanita, pero tenia que disculparme, por mi culpa estas en esta cama sin moverte. Y cuando me enteré quien te hizo esto me las pagara. Sabes fea, tu sobrina se parece mucho a ti y Carla y yo le pusimos Laura de nombre, ya que es parecido al tuyo. He vuelto, y ya no me iré, aun que ya se que la boda de papá es dentro de unos meses pero no te dejara nunca mas sola, te lo prometo.
-Ya pasaron los 3 minutos.- dijo el doctor.
-Si..-continué- ya me voy. Una cosa doctor.
-¿Diga me?
-¿Cuándo despertará?
-No lo sé seguro, todo depende de ella. Puede durar, días, semanas, meses o incluso años.
-¿Puede durar años? ¿De verdad?
-Sí, y lo siento mucho, estoy haciendo lo que puedo.
-No pasa nada, gracias de todas formar doctor.


Llamé a Carla para contarle todo y se quedó muy preocupada. Al salir en la sala donde estaban mis padres y Elena, vi que habían llegado todos los amigos de mi hermana.
-Hola chicos.- les saludé sin mucho ánimo.
-Dani, ¿cómo esta ella?- preguntó Andrea.
-Esta en coma.
-No me lo puedo creer. - dijo Juan.- Y todo esto pasó en tan solo una semana. 
-Chicos será mejor que os vayáis a casa, ya si despierta o algo os avisaremos.- dijo mi padre.


Se despidieron y se fueron cada uno a su casa. Luego les dije a mis padres que ellos también se vayan, yo ya me quedaría en el hospital. Elena quiso quedarse para acompañarme. 


Lucía:
Quería abrir los ojos pero no podía. Veía todo negro, no me podía mover. Y tampoco sentía nada. Solo podía escuchar todo lo que estaba a mi alrededor. Escuche cuando mi hermano vino y me dijo:
-Ya se que es tarde venir aquí hermanita, pero tenia que disculparme, por mi culpa estas en esta cama sin moverte. Y cuando me entere quien te hizo esto me las pagara. Sabes fea, tu sobrina se parece mucho a ti y Carla y yo le pusimos Laura de nombre, ya que es parecido al tuyo. He vuelto, y ya no me iré, aun que ya se que la boda de papá es dentro de unos meses pero no te dejara nunca mas sola, te lo prometo.- no quería verlo así de triste, pero me encantaba lo que dijo, se quedaría conmigo siempre y no me dejaría más. Quería llorar pero tampoco logré hacerlo.
-Ya pasaron los 3 minutos.- dijo alguien en el fondo, era una voz no conocida.
-Si..-dijo mi hermano- ya me voy. Una cosa doctor.- era el doctor.
-¿Diga me?- contestó el doctor.
-¿Cuándo despertará?-preguntó mi hermano.
-No lo sé seguro, todo depende de ella. Puede durar, días, semanas, meses o incluso años.-¿cómo que años? eso es imposible.
-¿Puede durar años? ¿De verdad?- mi hermano tampoco se lo creía.
-Sí, y lo siento mucho, estoy haciendo lo que puedo.- no creo que haces lo que puedes pensé.
-No pasa nada, gracias de todas formar doctor.- al decir eso mi hermano ya no volví escuchar nada más. Me había vuelto dejar sola, pero seguro que el tal doctor tenia la culpa de eso. No sabia que hacer, quería despertar. Y también recordar lo que me pasó pero mi mente no me dejaba. Al cabo de un rato, escuche que la puerta se había abierto, alguien esta en esa habitación conmigo. ¿Pero quién?

sábado, 26 de mayo de 2012

Cap.13 Mi hermana desconocida


Cuando abrí la puerta, era una chica de pelo rubio, ojos color miel. Era flaca y muy guapa. Tenia unos shorts y una camiseta normal y corriente y un conjunto con unas deportivas muy chulas. No 
la conocía de nada, nunca la había visto, pensé que se había equivocado de casa o algo por el estilo. También pensé que era alguna nueva vecina que se abra mudado hace poco y no conocía 
el pueblo. Pero no, ella parecía que me conocía, cuando me vio me sonrió, su sonrisa era parecida a la de mi hermano Dani, entonces me di cuenta de que lo echaba mucho de menos. La chica se veía muy simpática, así que le saludé:
-Hola.- dijo con una sonrisa, aun que no estaba muy de humor que digamos.
-Hola, tu debes de ser Lucía ¿no?- ¿cómo? sabia mi nombre, que raro.
-Si soy yo. ¿De que me conoces?- pregunté intrigada.
-Yo soy Elena. Y necesito hablar contigo. ¿Puedo pasar?
-Claro, pasa.- le dejé entrar, le pregunté si quería tomar algo, pero no. Se quiso solo sentar en el sofá.
-No se como empezar.- empezar el qué, pensé.
-Des del principio.
-Si tienes razón. A ver Lucía ya se que te estarás preguntando quien soy y de que te conozco. 
-Adivinaste.
-Bueno, pues hace tiempo cuando cumplí los 18 y me fui a estudiar en una universidad, que ahora tengo 20 por cierto- sonrió.- me enteré que era adoptada. Ya se que parece algo muy raro porque nunca mis padres, o mejor dicho mis falsos padres no me dijeron nada, pero así es la vida.
-Y ¿qué tiene que ver esto ahora?- la interrumpí.
-Tiene que ver y mucho. Por favor no me interrumpas mas, deja me terminar. - continuó. -  Entonces les pregunté que si sabían donde estaban mis verdaderos padres y me dijeron que tenia que ir en el sitio de donde ellos me adobtaron. La verdad es que no quería ir en todo este tiempo, pero la semana pasada me decidí a buscar a mi familia, ya que mi falsa madre murió de cáncer el mes pasado y mi falso padre se fue y no lo volví a ver mas. Y no tengo otra familia. Y me dijeron que mi  familia era Sánchez.
-¿¡Qué!?
-Soy tu hermana mayor Lucía.
-Espera, espera, quieres decir que mis padres me han mentido todo este tiempo.
-No he dicho eso, pero a mi me abandonaron, y necesito a una familia, entiende me.
-¿Qué tiene que ver, con lo que te he preguntado?
-Nada, pero si no te han dicho eso, se lo tienes que preguntar a ellos.
-Y ¿cómo?. Mamá se fue a trabajar y papá...- no pude continuar.
-¿Qué pasa con papá?- dijo preocupada.
-Él, ya no vive aquí.
-¿Cómo que no vive aquí?
-Pues lo que escuchaste, no vive aquí, y mejor será que te vayas, creo que mi madre llegará en cualquier momento, solo se fue un rato al juzgado.
-¿Qué hace allí?
-Es abogada.
-No me puedo ir, primero quiero que me explique todo y segundo no tengo donde ir.


Entonces llegó mi madre. Feliz, y no se porque estaba tan feliz, nunca la había visto así.
-Hija..Lucía. ¿Dónde estás?
-En el salón.
-Felicidades tía.- dijo sonriendo.
-¿Cómo que tía?
-Ya nació tu sobrina.
-¿Enserio? Que bien, tengo que llamar a Dani.
-Más tarde, que ahora estará ocupado. Hola amiga de Lucía.
-Mamá, ella no es mi amiga. Ella es..- alguien me interrumpió, Elena.
-Soy Elena, su hija.
-¿Elena?- dijo sorprendida, y en su cara se notaba que sabia perfecta mente de quien se trataba.
-Sí.
-Espera, mamá, ¿la conoces?
-No sé que decir.- dijo mi madre.
-Solo vine para conoceros, y que necesitaba vuestra ayuda.
-¿Y de que se trata?- dijo mi madre otra vez sorprendida.
-Estoy en la universidad y necesito que alguien me pague 1 año mas de curso.
-¿Viniste aquí solo por dinero?- le dije enfadada.
-Lucía tranquila, Elena te daré lo que necesites.
-¿Peró mamá?
-Lucía, por favor.
-Ni por favor ni nada mamá, quiero primero que me expliques que es lo que pasó con ella.
-No hay nada que explicar.
-Señora.. - dijo Elena confundida.
-Delia, soy Delia.- continuó ella.
-Eso Delia, que creo que mi hermana tiene razón.
-Aun no ha dicho que de verdad eres mi hermana.- le dije ofendida.
-Chicas por favor, no puedo deciros nada.
-¿Quieres que llamé a papá?
-No, ya os explicaré todo, ¿vale?
-Pues ya puede empezar.
-Hace 20 años, quedé embarazada y como era muy joven, pues cuando nació Elena, la di en adopción, después de unos meses me dijeron que ya estaba en una familia, y me alegré mucho y des 
de entonces he estado dando dinero cada año para su escuela, y luego universidad. Y hace poco me dijeron que su madre murió y el padre se había ido.
-¿Por qué nunca me habéis dicho nada?- dije yo.
-Porque era lo mejor que pensamos con tu padre.
-Y Dani, ¿lo sabia?
-No, no se lo dijimos a nadie.


Me fui a mi cuarto y me encerré, ya no quería saber nada más. Ya tenia bastante con lo de Juan que ahora va y me entero que tengo una hermana mayor. No sabia que hacer, era muy difícil para mi todo. Dentro de 2 meses me iba a ir con mi padre, pero ¿por qué me hacen todo esto mis padres? me preguntaba, como 
es que mi vida es así de difícil. Ya sabia donde podía tranquilizarme y olvidarme de todo. Me vestí y me fui a la piscina, en el agua me siento mejor. Estuve todo el día allí, hasta que se hizo de noche y decidí irme ya casa. Cuando llegué mi madre había preparado la cena y Elena estaba allí ayudando la y yo que pensaba que ya se había ido.


-Lucía, la cena esta lista, Elena se quedará un tiempo con nosotras.
Era de esperar. Una mas en la familia. Y ahora que lo digo me acordé que tengo que llamar a mi hermano. Le felicité y pensaba en contarle todo pero creo que no tenia que hacer tal cosa. Bajé a cenar y en toda la cena estaba hablando Elena, estaba contando como fue toda su vida y que estaba estudiando en la 
universidad para ser médico. La verdad es que  me tocó una familia muy estudiosa. Cuando terminé de cenar me fui a acostar, me había llegado un mensaje de Juan:
Lucía, perdona me, no tenia que haber dicho todo eso el otro día, ¿podemos vernos mañana? Te echo de menos, contesta por favor, te quiero.


Le echaba de menos, pero no estaba segura de contestarle, estuve pensándolo un bueno rato, pero me volvió a llegar otro mensaje.


Ya veo que no quieres responder, perdona me de verdad, no puedo dejar de pensar en lo que te dije necesito que me perdones Lucía, te quiero, por favor.


Al final le contesté:
Juan yo también te echo de menos, pero no creo que sea buena idea vernos, tenias razón es mejor dejarlo ahora ya que me iré, cuando vuelva, espero que me sigas esperando porque nunca 
dejaré de quererte. Buenas noches.


Me pasé mucho al decir todo eso, pero era lo mejor.

lunes, 21 de mayo de 2012

Cap.12 La trampa de la vida


Era un día soleado. Hacia muy buen tiempo. Cuando me desperté fue a ducharme, me lavé los dientes, abrí el armario y me puse unas vaqueros ajustados, con una camiseta de manga corta de color rosa y unas manoletinas, me peiné y baje a desayunar. Estaba un poco enfadada con mi madre así que al terminar de desayunar salí de mi casa. Fui a casa de Andrea y por casualidad encontré a Sonia, Pedro y Juan allí. Les saludé a todos, le di un beso a Juan y me senté a su lado. Me preguntaron que me pasaba porque no les contestaba las llamadas y me veían triste.
-¿Qué te pasa Lucía? Ya pasas de nosotros.- dijo Andrea.
-No, no es eso. Es que... pasó algo muy fuerte.
-¿Qué te pasó? - preguntó Juan.
-Mi madre me dio la mejor noticia de cumpleaños.- les dijes sin entusiasmo.
-Para ser buena, no estas feliz.- dijo Pedro.
-Te estoy diciendo que es mala.- le chillé.
-Dijiste que era la mejor.- insistió.
-¿Pero tu eres tonto o te lo haces Pedro?.- estaba muy afectada por todo y no sabia ni lo que decía.
-Venga dejar de chillar, cuenta Lucía.- dijo Sonia un poco enfadada.
-Me tendré que ir un año a vivir con mi padre.- al decir lo, me empezaron a salir lágrimas de los ojos.
-¿Cómo que te tendrás que ir?- dijo Andrea.
-Mis padres quieren que me aleje de esta cuidad por un tiempo. Quieren que pase el verano allí y estudiar en algún colegio privado.
-Pero por que se pasan tanto.- volvió a decir Andrea.
-No lo sé.
Juan no decía palabra. Le afectó como a mi. De repente se levantó de la silla y salió de la casa. Yo me levanté en el momento y lo seguí.
-Juan por favor, no te pongas así, ya se que..- no me dejo terminar.
-Ni por favor ni nada, ahora que estábamos bien, van y te alejan de mi.
-Ya lo sé, se lo dije, pero me dijeron que es lo mejor. Yo tampoco lo entiendo.
-¿Y que voy a hacer sin ti durante un año?
-No se si funcionará una relación a distancia. 
-¿Entonces me estas dejando?
-No he dicho eso, solo digo que sera difícil tener una relación a distancia.
-Pues entonces será lo mejor dejarlo.
-Pero que dices Juan, ¿cómo me puedes hacer esto?
-Eres tu la que lo ha dicho antes.- se alejaba poco a poco, hasta desaparecer.
-Juan, Juan...- lo llamaba pero no aparicio.


No me lo puedo creer. Me dejó. Como me pudio hacer tal cosa. Me había acostumbrado a sus caricias, a sus besos, a el tiempo que pasaba con él, mejor dicho  a todo él. Ahora no sabia que hacer. Y todo por culpa de mis padres. Ellos me separaron de él. Y yo por tonta de no luchar por mi y por nuestra relación Lo llamé mil veces pero no me lo cogió. Era como si se olvidara de mi por completo. Pero no puede ser tan idiota de alejarse así de mi. Me quería como le quería yo a él. Me fui a dar una vuelta para dejar de pensar en todo lo que me acababa de pasar y lo conseguí. Iba por un parque y cuando andaba escuché a alguien decir mi nombre. Al principio no le hice demasiado caso, pero volví a escuchar mi nombre. Al girarme vi  a Sergio.
-Lucía. Hola.- dijo con una sonrisa en la cara.
-Hola Sergio.- le sonreí.
-Cuanto tiempo. ¿Cómo estás?
-Hace ya dos meses que no nos vemos. Bien ¿y tú?
-Si algo así. Muy bien ahora.- rió.
-¿Y que haces tu por aquí?
-Iba al supermercado que estaba allí en frente, y entonces te vi por aquí. Y fui detrás tuya.
-Ja ja, pues estas muy loco.
-Pero muy loco.- rió.
-Bueno me voy, ya nos veremos.
-Espera, te quería preguntar que si querías quedar un día de estos.
-No sé, es que tengo muchos examenes. Ya te llamaré.
-Vale, entonces adiós. Cuida te guapa.


Y seguí mi camino. No quería estar con nadie. Quería andar y andar hasta llegar en algún sitio no conocido para mi. Estar sola era lo que necesitaba. Había alguien muy pesado llamándome pero no le hice ni caso, como sabia que no era Juan, lo se porque cuando me llama él tengo nuestra canción favorita sonando. Dentro de un buen rato ya se estaba oscureciendo. Miré la hora y ya eran las 9 y media. Estuve toda la tarde por ahí, al darme cuenta, ya me dolían los pies. Me senté en el primer banco que vi. Al descansar un rato. Volví para casa. Me volví a duchar y me acosté en la cama. Mi cabeza no paraba de dar vueltas. Que si lo de irme con mi padre, que si Juan me dejó, que si estaba enfadada con mi madre, que si Sergio, todo era una mierda para mi. Después de pensar todo eso, me volvió a sonar el móvil, esta vez lo cojo porque me tenia arta, de tanto sonar:
-¿Diga?
-¿Lucía?
-Si soy yo, ¿quién es?
-Pilar.
-¿Y tu que quieres?
-Decirte que te alejes de Álvaro.
-A buenas horas lo dices, ya me da igual Álvaro tengo novio.- o eso creo, pensé.
-Pues te llamé para decirte, que le dejes y te alejes de él. Ya que nos vamos a vivir juntos en Andalucía.
-Pues que bien ¿no?. Venga bonita, no tengo ganas de hablar con nadie, y menos contigo, así que adiós.
-Si me enteró que le has vuelto a buscar, te pasará algo muy malo.
-Venga adiós.- y colgué.


Pero que se creía esa tal Pilar de llamarme, para decirme todo eso. Primero yo ya paso de él. Segundo nunca lo he buscado des de que estoy con Juan. Y tercero para llamarme y decirme que se va, no tenia que ahorrarse tanto tiempo. Dejé el móvil en la mesilla y me dí la vuelta. Mi vida ya no era la misma. Primero se va mi padre. Luego mi hermano. Después lo dejo con Álvaro. Y ahora Juan me deja. ¿Pero que le pasa a mi destino? Me preguntaba toda la noche hasta que al final me dormí.
Al día siguiente tenia un dolor de cabeza horrible, no tenia ganas de ir al instituto, y no fue. Bajé y me eché en el sofá a mirar la tele. Estuve un buen rato mirando la tele. Mi madre ya se fue a trabajar. Estaba sola. Sonó el timbre de la puerta. No quería abrir, pero no paraban de llamar. Me levanté y abrí. 

domingo, 20 de mayo de 2012

Cap.4 De pesadillas


Soy la más feliz del mundo, pensé. Era una chica muy afortunada en este momento, la cena fue la mejor. Cuando terminamos, fuimos a mi cuarto a hablar con Álvaro. Nos dijimos muchas cosas. Solo se que le quiero mas que a nada. Bueno cuando subimos le volví a pedir perdón por todo y empecé a hablar sin parar, estaba muy nerviosa en ese momento. Se notaba bastante, hasta que me cayó con un beso. Luego me dijo que siempre le gustaba, pero como era la hermana pequeña de su mejor amigo no quería meterse conmigo. Yo me emocioné muchísimo, por eso lo bese, fue el mejor beso de toda mi vida, no dejamos de besarnos durante un buen rato, nos tumbamos en la cama, yo encima de él, como en las películas. Era un sueño, no podía creerme que estaba en mi cuarto, en mi cama, con el chico mas maravilloso del planeta. Pero ese momento fue interrumpido por la persona más pedorra del mundo, mi hermano. Pero bueno, 
lo que más me gustó de la noche fue, que nos pusimos de novios. Por fin. Cuando me iba para el instituto hoy, Lunes, lo vi esperándome en la puerta de mi casa, me vino a recoger, para irnos juntos. Cuando llegamos nos estaban mirando todos, seguro que pensaban de mi lo peor, pero me daba igual, yo era una chica libre y podía estar con la persona que yo quería. Vi a Sonia y Andrea acercarse.
-Hola parejita linda.- dijo Andrea, lo dijo con un tono muy divertido la verdad.
-Hola chicas, os dejo hablar, me voy a saludar a unos amigos, hasta después preciosa.- me besó y se fue.
-¿Cómo estáis?- dije sonriendo.
-Nosotras, muy bien, y no hace falta que te lo preguntemos, se nota que también muy bien.- se rieron.
Nos fuimos para clase, y cuando terminamos para casa, eran unas semanas muy difíciles, tenia que seguir con mi notas notables, pero, estaba muy agotada con todo. Tenía ganas de hacer de todo, pero esta semana me tenia que preparar para mi primera competición de hace meses. Así que todos los días fui a entrenar, aveces con mi novio, otras con Andrea que nos acompañaba a mi y a Sonia. Pero nos iba bien, era lo más importante. 


Esa noche había quedado para salir con Álvaro, me recogió a las nueve y nos fuimos a un restaurante a cenar. Nos lo pasamos muy bien, y tuvimos charlas muy interesantes. Cuando mi hermano se enteró de lo nuestro, se quedó flipado. Pero le daba igual, tenia que pensar en Carla y por supuesto en su hijo, que al final se lo contó a mamá y no hizo ni bien ni mal, ella como siempre la mamá perfecta. Habló con los padres de Carla y se pusieron de acuerdo, aunque ella no estaba muy contenta de ser madre tan joven. Pero mi hermano y ella tenían una condición, tenían que pasar toda la etapa del embarazo en la casa de mi padre. Que a mi hermano no le gustó mucho la idea. Él y papá no tenían la mejor relación.No podía creerme que al final terminaré teniendo un sobrino o sobrina.


Cuando volví de la cena con Álvaro y me dejó en la puerta de mi casa, subí las escalaras con cuidado para no despertar a nadie, pero me encontré con una sorpresa, Dani estaba en mi cuarto sentando en mi cama. Cuando entre, me pegué un susto de muerte.
-Dios, que susto me has dado. ¿Qué haces aquí a estas horas?
-Perdón. Es que quería ver como estabas.- dijo triste.
-¿Estás bien? te veo raro.
-Sí, es que lo del embarazo, y todo, pues estoy muy rayado, y encima mudarme en casa de 
papá... ya sabes, siempre terminamos peleando por una tontería cualquiera.- soltó.
-¿Ya lo sabe?- pregunté.
-Sí, mamá se lo dijo ayer.- dijo sin ganas.
-¿Y como reaccionó, que te dijo?- se lo dije preocupada y por supuesto, con interés.
-Pues.. creo que no muy bien. Pero se tendrá que aguantar, como yo con lo de su boda. Pues 
nada que quieres que diga. Venga, te dejo dormir. Adiós fea. Buenas noches.


Se fue, y empecé a pensar en lo que dijo, no me acordaba de la boda de papá, pero si, era difícil para mi, y para  mamá. Podía entender que se fue y nos dejó, pero que se casaba con otra, iba  a tener una madrastra. Nunca me gustó esa idea, pero no podré hacer nada. Me puse el pijama y me acosté en la cama, no tenia mucho sueño así que me puse a escuchar un poco de música. Era el día de la boda de papá, estaba justo al lado de él y vi que su futura mujer lo miraba con interés, sacó la pistola, y, lo disparó, todos los invitados estaban chillando y corriendo. Yo cogí, me  acerqué y la pegué, ella intentó dispararme, pero papá le dio una patada, cogí la pistola y la maté. Había matado a una persona, no me lo podría creer, corrí hacia papá, él estaba sangrando, me pidió perdón por no haberme escuchado y cerró los ojos para siempre. Me desperté sudando. Eran las 3 de la madrugada, todo era un mal sueño, me había dormido escuchando música y tuve la peor pesadilla de la historia. Bajé a tomar un vaso de agua y me volví para mi cuarto y me acosté otra vez. Sonó la alarma del móvil. Ya era hora para ir a clase.

Cap.11 16 velas


Dentro de 2 meses.
Hoy no tenia ganas para nada. No quería levantarme, era sábado y quería descansar. Pero me despertaron los mensajes de texto que llegaron en mi móvil. Uno decía:
Felicidades hermanita, que te lo pases muy bien en este día tan especial para ti, ya 16, te haces mayor. Por cierto ya queda muy poco para que nazca tu sobrinita. Un beso fea.
Otro era de Andrea:
Lucíaa muchas felicidades, te deseo lo mejor.!
Otro era de Sonia:
Felicidades Luciia, besoos!! :)
Y de Juan:
Felicidades preciosaa, no sabes como quiero verte ya, te quiero mucho. :)


Les contesté a todos. Me levanté sin ganas, taché el numero 16 de abril del calendario. Me duché, me vestí con lo primero que pillé. Y bajé a la cocina. Cuando llegué mi madre me había preparado el desayuno y una enorme tarta de chocolate había en medio de la mesa con 16 velas. Sople las velas y pedí un deseo, como cada año. Después de desayunar me llamó mi padre para felicitarme, le di las gracias y fui a  abrir la puerta porque alguien había tocado el timbre. Cuando abrí era la tía Susi con Álvaro. Me felicitaron los dos y ella fue a ver a mi madre. Álvaro y yo nos quedamos abajo solos.
-¿Vas a celebrar tu cumpleaños?- preguntó.
-No, pero si lo hubiera celebrado no te invitaba, y lo sabes de sobra.
-Lucía, no te lo pregunté para pelear. Ya pasaron 2 meses, dijimos que íbamos a ser amigos.
-Yo no quiero ser ni tu amiga ni nada. ¿Por qué viniste?
-Porque me lo dijo mi madre. Acaso crees que quiero verte, después de no querer volver conmigo.
-No empieces Álvaro.
-No empiezo ni nada, te digo lo que pienso.
-Sabes, a veces creo que hice bien en no querer estar contigo. Siempre peleamos.
-Mejor me voy. Adiós.
-Haces bien. Adiós.


Al salir volvió a sonar el timbre de la puerta. 
-¿Qué quieres ahora?- chillé.
-¿No me quieres ver?- dijo Juan.
-Juan, hola, perdón es que...- me interrumpió.
-Ya lo vi. ¿Qué hace aquí?
-Nada, vino con su madre.
-Vale. Bueno, ¿te vienes conmigo, o tienes otros planes?
-No tengo planes, ya lo sabes.- ríe.
-Pues venga, vamos.


Me llevó a su casa. No había nadie. Cuando llegamos encima de la cama de su cuarto había una cajita pequeña.
-Venga, abre la. Es tu regalo.
Cuando la abrí. Dentro había un colgante en forma de corazón y una foto de los dos grabada.Me lo puso en el cuello. Me gire, y le di un beso.
-Gracias.- sonríe.
-¿Te gusta?
-Me encanta.- le di otro beso.
-Estos dos meses son los mejores. ¿Lo sabias?
-Por supuesto que lo sabia.
- ¿Vamos a pasar el verano en una de mis casas cerca de la playa?
-Me encantaría, pero tengo que pasar el verano con mi padre. Se va a casar, y tambien el año pasado me propuso a mi y a mi hermano ir este verano con el. Lo siento.
-Tranquila. Entonces iré a verte cuando pueda.
-Me encantaría, y seguro que en la boda podrias venir.
-Cuando hablas de la boda, lo dices con asco.
-Ya, es que no conozco aun su novia. Dani dice que es simpatica, pero no se.
-Si tu padre es feliz, deja lo.
-Tenias que ver a mi madre cuando se enteró.
-Aun no me dijiste porque se separaron.
-Es que no me gusta hablar de eso, es muy duro para mi. Yo fui la que mas sufrí con esa separación.
-Si no quieres, no lo digas, vale, y disfrutemos, que hoy es tu cumple.
-Para ser mi cumple, no estoy muy feliz. Solo cuando estoy contigo.
-Entonces quedate conmigo para siempre.
-Que tonto eres, sabes que todavia es pronto.
-Por eso mismo lo digo. Te quiero y no te dejaré escapar por nada del mundo.
-Eres magnifico.


Pasamos toda la tarde juntos. Pero estaba cansada. Era mi cumpleaños pero sin mi padre y mi hermano no es un cumpleaños. Cuando llegué a mi casa fui a mi cuarto y me acosté. Más tarde entró mi madre.
-Hola cariño.
-Hola mamá.
-Ya se que es tu peor cumpleaños y lo siento mucho hija.
-No digas eso mamá, no es tu culpa, y tampoco ha estado tan  mal.
-Digo la verdad. Pero dejemos eso ahora. Queria decirte que hoy hablé con tu padre.
-¿Con papá? ¿Y de que?
-De ti y de tu hermano.
-¿Y?
-Pues hemos pensado que estaria bien que paseis el verano con él..- no la dejé terminar.
-Ya, eso ya lo sabia.
-Dejame terminar Lucía. Y también un año más.
-¿Cómo que un año más?
-Que os quedeis con él un año mas.
-¿Y los estudias mamá?
-Os apuntará a un instituto privado, bueno a ti, a tu hermano no, el ya no quiere estudiar.
-No quiero dejarte sola. Ni a Juan tampoco. ¿Por qué no me preguntais si quiero o no?
-Porque esta decidido. 
-Mamá piensalo. 
-No hay nada que pensar hija, estaria bien que te alejaras un poco de esta ciudad. Te duele aun haber lo dejado con Álvaro.
-¿Y solo por eso quieres que me vaya?
-No.
-¿Entoces?
-Ya te dije, sera solo un año. Venga te dejo descansar.- me dió un beso en la frente antes de salir de mi cuarto


 Llamé a mi padre.
-¿Papá?
-No, soy Irene. Ahora vendrá tu padre. Eres Lucía ¿no?
-Si, soy yo. ¿Y tú?
-La novia de tu padre. Aqui esta, ya te lo paso.
-Hija, ¿cómo estás?
-Papá. Quiero que me expliques que es eso de que me tengo que ir contigo.
-Veo que ya te lo dijo tu madre. Pues que estaria bien que cambies un poco de vida. Y que conozcas mas a Irene.
-No puedo creerme que me hagais esto. No puedo irme de aqui, aqui he pasado toda mi vida. Tengo a mis amigos, a mi novio y a mamá.
-Lo sé cariño, pero ya lo hemos decidido con tu madre. 
-No teneis derecho.
Y le colgué.

sábado, 12 de mayo de 2012

Cap.10 Jugar con fuego


Ayer fue mi última competición y otra vez quedé en primer lugar. Pensaba que Juan iba a aparecer, pero des de la última vez que hablamos y le dije que no estaba segura de si podía estar con alguien no lo vi ni hablamos. En el instituto vino en alguna clase pero no nos saludamos. Es como si no nos conociéramos, yo no quería perderlo como amigo, si le dije eso era porque le quería proteger. Pero nada, llamé a Andrea para dar una vuelta. Fuimos de compras, me compré vaqueros, dos sudaderas, una camiseta de manga corta muy chula de color verde, azul y rosa, con unos dibujitos muy monos, unos shorts para el verano, manoletinas y unas cuantas cosas más. Necesitaba olvidarme de todo, y lo logré. Estábamos cansadas y fuimos a tomar algo. Cuando términqmos nos fuimos a casa, me duché, me arreglé, me maquillé, y fui a 
casa de Sonia, porque quedamos para ir a la discoteca. Era sábado, y no quería quedarme en casa. Estaba Pedro, cuando llegué yo, llegó Andrea, ya eran las 11 y media y queríamos ir llendo. Cuando llegamos compramos las entras, se hizo las 12 y entramos, se estaba llenando poco a poco. Fuimos a la barra a pedir algo de beber, Pedro pidió mojito, Sonia también y Andrea y yo pedimos vozka mezclada con fanta de limón. Estuvimos bailando, bebiendo, nos lo pasábamos muy bien hasta que me gire y vi que al otro lado de la discoteca estaba Álvaro con Pilar.
-¿Qué te pasa Lucía?- dijo Andrea.
-Álvaro esta allí.- mirando hacia donde estaba.
-Pasa de él. Mira allí a dos chicos muy monos, vamos a bailar con ellos.
-No creo que sea buena idea.
-Venga Lucía, no seas tonta.
Nos acercamos a dos chicos muy guapos, eran altos, uno moreno y otro rubio, tenias los ojos claros, tenían abdominales, se les veía que se cuidaban su cuerpo.
-Hola guapos.- les saludó Andrea.
-Hola guapas.- dijeron los dos.
-Hola.- saludé.
-Soy Andrea y ella es Lucía.
-Yo Sergio.- dijo el moreno.
-Y yo Hector.- dijo el rubio.
Nos fuimos a bailar con ellos. Álvaro no para de mirar, pero yo no pretendía ponerle celoso, ya me daba igual lo que hacia con su vida, solo que no había hablado con el des de que discutimos por el móvil la ultima vez. Me lo estaba pasando muy bien  y Sergio era muy amable conmigo. Ya eras las 3 y media de la madrugada. Y estuvimos todo el tiempo bailando con ellos Andrea y yo. Al fanal nos acompañaron a casa.
-Me lo he pasado muy bien esta noche.- le dije a Sergio.
-Yo también me lo he pasado muy bien, podemos quedar otro día si te apetece.
-Claro no hay problema llámame.
-Vale, adiós guapa.
-Adiós.
Entré en mi casa. Y me fui a mi cuarto, cuando me estaba quitando la ropa para ponerme el pijama estaba pensando en todo lo que había pasado esta noche. Hice bien en salir con los amigos, pero pensaba que iba a ir Juan. Me lo pase muy bien con Sergio pero no podía quitarme de la mente a Juan, el estuvo conmigo cuando no tenia a nadie. No podía más y le envié un mensaje.
Hola Juan, ya se que es tarde, pero me dijiste que te llamara si quisiera algo, pues no quiero nada pero es que quería saber como estabas, pensaba que vendrías esta noche. Si eso contesta me, venga cuida te.


Se lo envié, al cabo de un rato me llegó un mensaje de él.
Hola Lucía trasquila no estaba durmiendo, he estado ocupado estos días por eso he desaparecido un poco del mapa. ¿Cómo os lo habéis pasado?
Le contesté:
Ah vale, pues la verdad es que nos lo hemos pasado bien, pero estos días he estado pensando. Y me gustaría que mañana pudiésemos hablar. ¿Te parece bien?
Me respondió:
Claro, mañana te llamo. Venga buenas noches.
Le dije:
Vale, buenas noche. Un beso.


Estaba jugando con fuego. Al principio pensaba que no tenia que estar con nadie pero cuando estuve con Sergio y vi a Álvaro me di cuenta de que necesitaba estar con Juan, es como si otra vez estuviera dentro de mi corazón como en los viejos tiempos. Des de la ultima vez no paraba de pensar en él, pero pensaba que era normal, pero esta noche me di cuenta de que no. Pienso que por intentarlo una vez más no pasaría nada. Así que quise que llegara la hora de verlo, me dormí al instante. Ya era tarde. Me duché, y baje a desayunar. Mi madre se iba a casa de la tía Susi, me preguntó si quería ir pero le dije que no. Al salir, dentro de un rato alguien llamó al timbre, fui a  abrir la puerta.
-Ya estas aquí Juan.- lo abrace.
Pero el problema es que al separarme me di cuenta de que no era él.
-No sabia que esperabas a alguien.
-¿Qué haces aquí Álvaro?
-Vine, porque tenemos que hablar.
-Hablar de que, no tenemos nada de que hablar.
-Si que tenemos que hablar, ¿puedo pasar?
-No es buena idea.
Pero no me hizo caso y pasó.
-Lucía, se que es tarde de venir a hablar contigo, tenia que venir cuando llegué..- le interrumpí.
-Tienes razón, ya es tarde. Por eso me pregunto que haces aquí. 
-Anoche me viste con Pilar, y no es lo que tu piensas.
-Me da igual con quien estés, la ultima vez que hablamos te dije muy claro que no quería saber nada de ti. Así que mejor vete.
-Lucía, por favor, de jame hablar.
-No quiero escucharte.
-Me da igual si quieres o no. Cuando llegué de las vacaciones, me sorprendí porque me llegó un mensaje de Pilar, me dijo que se iba a mudar aquí y no sabia que hacer. La llamé me dijo que era porque su padre tiene trabajo aquí, pero era mentira, algo pensaba hacer. A los pocos días vino a mi casa y me dijo que quería que la acompañara. Nos sentamos en un banco en un sitio donde no había mucha gente y me dijo que vino aquí por mi, y no se iría hasta que no consiguiera lo que quería. Me besó, pero la aparté y me fui a mi casa. Y des de entonces esta viniendo a mi casa todos los días, y no se que hacer.
-Me da igual tu vida Álvaro, ya te he olvidado, y tu te las arreglaras, adiós.- le abrí la puerta y lo eché.
-Estas equivocada Lucía, yo te quiero a ti.
-Adiós Álvaro.
Se fue, no quería escuchar su historia, ya me daba igual todo. Me sonó el móvil, era Juan.
-¿Sí?
-Nos vemos en el sitio donde te llevé la ultima vez en media hora.
-Vale, adiós.
Fui a mi cuarto  a poner me algo para ir a ver a Juan. Me puse unos vaqueros negros, con una camiseta roja, las manoletinas rojas y una chaqueta finita de color negro. Salí de casa y me dirigí hacia donde habíamos quedado, cuando llegué él ya estaba allí esperando.
-Hola Juan, ¿has esperado mucho?
-Hola, no, acabo de llegar.- se río.
-Mm.. vale.
-Bueno y de que querías hablar.
-Quería pedirte perdón por lo que te dije el otro día, pero es que era la verdad.
-¿Lo de que no querías hacerme daño?
-Sí.
-Tú nunca me vas a hacer daño Lucía, lo se.
-¿Cómo estás tan seguro de eso?.- quise saber.
-Estando lo.- sonrío.
-Pues ya que eso esta claro quería decirte si te apetecía que..
No me dejó terminar, me dio un beso. Luego le di otro yo y después le dije:
-Quiero que lo intentemos otra vez más, la última. ¿Qué dices?
-Me parece bien. Pero quiero saber como has cambiado de parecer tan rápido.
-Anoche conocí a un chico y me lo pasé muy bien, pero quería que fueses tú.
-¿De verdad querías que fuese yo?
-Sí. 
-Sabes, pensaba que todas las cosas que hice a principio del curso no servirían para nada.
-Y no sirvieron.
-Ja ja, ya. 
-Este sera nuestro lugar secreto.
-Claro, aquí nos veremos a escondidas, para que nadie se entere.- se río.
-No digas eso, no quiero tener una relación a escondidas.- le di en el hombro.
-Vale, pero no me pegues.- me abrazó.
-Eso no es pegar, esto es pegar.- le pegué flojo en el brazo y me fui corriendo, me estaba persiguiendo, me llegó y nos caímos en la hierba.
-Eres preciosa.
-Te quiero.- y le di un beso.

Cap.9 Igual me equivoque


Pasaron unos cuantos días. Estuve pendiente de mis estudios todo ese tiempo. Deberes, examenes, entrenamiento de natación, quedar con mis amigas... Estaba feliz. Me sentía única, porque podía hacer lo que quisiera, no tenia a nadie a mi lado que me mandara. El otro día me llamó mi padre para preguntarme como me iba y que quedaba muy poco para verano, para irme allí con él, para celebrar su boda y eso. Pero aun no sabia si estaba segura de tener una madrastra, tan rápido. Mi madre como siempre no quiere que hablemos de él, pero es mi padre y siempre lo será. El que me preocupa más es mi hermano, dice que le va bien y que la novia de papá es muy simpática, no podía creerme que con todo lo que pasó, el hablase así de ellos dos, que son buenos con él y Carla, que se preocupan. Aun que todavía me acordaba cuando mi
hermano no quería saber nada de papá, todo eso cambió. A veces tenia miedo de mi vida, también habían días que Andrea y Sonia venían a mi casa para decirme que pasaba con Álvaro, porque hace una semana que había vuelto, pero yo aun no estaba decidida para verle, no lo estaba hasta hoy. Me arreglé y me fui a su casa, cuando me abrió su padre me dijo que no estaba, había salido con Pilar. Cuando me lo dijo me quedé sin habla así que me fui de ahí. Me dijo que me echaba de menos y ahora me entero que se fue por ahí con su ex. Era lo peor que me ha podido pasar. Y como estaba tan mal, me fui a entrenar, es el único sitio que soy yo misma, en el agua me siento viva, me siento feliz y me olvido de todo.  Pero ya estaba 3 horas metida ahí, y estaba un poco cansada, así que me duché y me vestí. Me fui a mi casa para
encerrarme a mi cuarto. Me conecté en el ordenador para ver si tenia algún mensaje de alguien conocido pero no, una petición de amistad.
Hola Lucía, soy Pilar, amiga de Álvaro, me ha hablado mucho de ti y me gustaría que nos conozcamos. Me he mudado hace 2 días aquí y me gustaría que seamos muy buenas amigas. Adiós.

Cuando leí el mensaje de la petición de amistad, me quedé boquiabierta. Como se atreve a agregarme y ponerme todo eso. Me desconecté y me acosté a la cama a escuchar la  radio. Habían puesto mi canción favorita, Deep in love de Tom Boxer: ''You would make me fall in love, deep in love, find a way..''Al terminar la canción sonó mi móvil:
-Lucía, ¿dónde estás?- era Andrea.
-En mi casa. ¿Por?
-¿No habíamos quedado hoy para ir al cine?
-Ah, sí. No me acorde..
-Venga viste te, y ven en las taquillas del cine, te esperamos.
-No hace falta, no me apetece.
-Vas a venir si o si.
-Andrea, no lo siento, otro día.
Y desconecté. No me apetecía ir a ningún sitio. Seguí escuchando música durante hora y media. Alguien tocó la puerta.
-Pasa.
Era Juan. ¿Qué hacia él en mi casa?
-Hola Lucía.
-¿Qué haces aquí?
-No viniste al cine, y quería pasar a ver que te pasaba.
-No me pasa nada, es que no me apetecía.
-Te conozco, y se que te pasa algo.- se acercó y se sentó a mi lado.
-Pues si no me crees, es que no me conoces lo suficiente.
-Lucía, se que tu novio o como quiera que sea esta con otra. No hace falta que me mientas.
-¿Tú como sabes que esta con otra?
-Ayer lo vi con una chica rubia, en un banco besándose.- cuando lo dijo no podía aguantar más y una lágrima se derramó por mi mejilla.
-Lo siento Lucía, pensaba que lo sabias.
-Me enteré hoy, pero da igual, ya casi lo había olvidado, o eso creo.
Me abrazó y la verdad es que necesita un abrazo de alguien. Todo había pasado tan rápido, necesita respuestas. Pero la única persona que me las podía dar, no lo quería ver ni en pintura.
-Juan, sera mejor que te vayas.
-No te voy a dejar así.
-Estoy bien, necesito descansar y estar sola.
-Vale me voy, pero si me prometes que si necesitas algo, me llamaras.
-Vale, te lo prometo.

Se levantó, me dio un beso en la mejilla y se fue. Mis lágrimas volvieron a salir, pero las limpie con un pañuelo, y decidí que no vale la pena sufrir por una persona así. Al día siguiente me fui al instituto, me olvide de todo, como si no hubiera pasado nada. Saludé a Sonia, Andrea y Pedro que estaba con ellas. Fui a mi taquilla para coger dos libros que necesitaba para ir a clase. Cuando me fui a sentar en mi sitio, al lado se sentó Juan, me saludó y me preguntó como estaba. Le dije que bien. En ese momento entró el profesor. A media clase, me envió una notita diciendo que después de clase si quería que vayásemos a dar una vuelta. Le contesté que vale.A las 4 horas después, terminaron las clases, fuera me estaba esperando.
-Hola.
-Hola guapa.- me cogió de la mano y andamos hasta un sitio hermoso, donde nunca había ido, habían muchos arboles, hierba, flores de diferentes colores, un rió pasaba por ahí cerca. Y al lado del río había una cesta.
-¿Te gusta?
-Me encanta este sitio, es hermoso.
-Espero que tengas hambre.- se rió.
-Un poco.- contesté.
En la cesta había dos bocadillos de tortilla de patata, dos coca-colas y fresas con chocolate por encima. Mi comida favorita. Era algo maravilloso. Al comer, estuvimos hablando, riendo, recordando viejos tiempos...
Al terminar de comer, se acercó me plantó un beso de los suyos, yo no podía rechazar, todo lo que hizo por mi nadie lo había echo hasta entonces.
-Juan, gracias por todo, de verdad.
-Por ti hago cualquier cosa, eres mi chica favorita.
-Siento decirte esto, pero es que aun no se si podré tener una relación con alguien.
Al decirlo, me levanté y me fui. No podía hacerle daño. Estuve enamorada de él y puede que todavía sintiese algo por él, pero era algo maravilloso para que fuese realidad.

domingo, 6 de mayo de 2012

Cap.8 Herir


Ya pasaron las fiestas y teníamos que empezar el segundo trimestre, el primero me fue bien, aprobé todo sin ningún suspenso, y eso que pensaba que me iba a ir mal. Era ya enero, el primer día de instituto después de las vacaciones. Me había arreglado, desayunado, y luego me fui para clases con Sonia y Andrea. Cuando llegamos vimos a Juan, Pedro y la demás pandilla. Se acercaron pero yo me fui. Juan me siguió.
-Lucía, si es por lo del beso, pasó ya hace mucho.
-Juan, de jame, no quiero hablar de eso, y si, tienes razón pasó hace mucho.
-Vale, entonces, ¿te apetece quedar hoy?
-No, tengo que entrenar, porque el mes que viene tengo otra competición.
-Puedes ir mañana.
-No.
Me fui. No quería estar más allí. Aun que sabia que todavía sentía algo por él no quería tener ninguna relación por ahora. A Álvaro no lo había visto en todas las vacaciones, sabia que ya no estábamos juntos. Así que no podía hacer nada. Pero quería hablar con él aun que fuera por última vez. Di las clases hasta las 3 y me fui a mi casa. Comí, hice los deberes, repasé un poco lo que habíamos dado y llamé a mi hermano, lo echaba de menos.
-Hola hermanito, no me has llamado, y me lo habías prometido. ¿Cómo estás?
-Hola fea, ya es que hemos estado ocupados. Bien, ¿sabés que sexo será el bebé?
-Mm.. ¿niña?
-Ja ja, sí, adivinaste.
-Que bien, tendré una sobrinita. ¿Y cómo la llamareis?
-Aun no lo sabemos, pero ya te avisaré.
-¿Y cómo esta Carla?
-Pues engordando poco a poco, pero bien. Venga fea te dejo que tengo que ir con papá a comprar unas cosas. Ya hablamos, adiós.
Mi hermano estaba feliz, nunca lo había visto así pero me alegré mucho por él. Bajé y le di la noticia a mamá, se alegró mucho. Dentro de un rato me llegó un mensaje de Sonia.
Lucía ya estoy en el polideportivo, vamos a entrenar un rato y luego a tomar algo, venga te espero.
Le dije que ya iba a ir. Estuvimos 2 horas entrenando, nos duchamos y como dijo, fuimos a tomar algo. Me pedí una coca-cola y ella un zumo de melocotón. Estuvimos hablando un buen rato, y más tarde se unió Andrea.
-Chicas, aquí estáis.
-Aquí estamos.- dije yo.
-Fuisteis a entrenar ¿no?
-Sí.- dijo Sonia.
-Mm.. bien. Bueno Lucía, este sábado Juan decidió hacer una fiesta en su casa. Me preguntó si te ibas a pasar.
-No.- dije al terminar la frase.
-¿Por qué?.- preguntó Sonia.
-Quiere pasar tiempo contigo Lucía.
-Me da igual, no quiero tener ninguna relación en estos momentos.
-Te quiere.- dijo Andrea.
-Yo no, y necesito hablar con Álvaro, pero no sé dónde está.
-Pues yo creo que si que le quieres, aun que siempre terminas con la escusa de Álvaro, te dejó, no te lo dijo, pero por desaparecer, eso es lo que parece, pasa de él.
-Andrea, es mi novio, o lo era, pero tengo que hablar con él si o si, pero aun no me he atrevido a llamarle.
-Y a que esperas.- dijo Sonia.
-No lo sé. Me voy que se ha echo tarde. Nos vemos mañana. Adiós.
Salí del bar, y me fui hacia casa. Cuando pasé por la casa de Álvaro, tenia que llamar al timbre, pero nadie me abrió. Llegué a casa y le pregunté a mi madre si sabia donde estaban y me dijo que se habían ido todas las vacaciones a casa de sus abuelos, y volverías dentro de unos días. Subí a mi cuarto y le envié un mensaje.
Álvaro, tenemos que hablar.
Al cabo de unos segundos me sonó el móvil, me estaba llamando. No sabia si teníamos que hablar por el móvil de todo pero era eso o nada. Contesté.
-¿Álvaro?
-Lucía, di me.
-¿Dime? ¿Se puede saber donde estabas todo este tiempo?
-En casa de mis abuelos, ¿qué pasa?
-¿Cómo que qué pasa? La última vez que hablamos, nos peleamos. Y luego no volvimos a hablar. Quiero saber que pasa contigo.
-Nos peleamos por culpa de Pilar, ya te lo dije. No me pasa nada.
-¿Siempre le tienes que echar la culpa a esta tal Pilar?, que al final no me dijiste ni quien era.
-No le echo la culpa, es la verdad.
-Di me quien es.
-No creo que sea bueno que lo sepas.
-¡Dime lo ya!
-Es m-mi ex.
-Tú ex, vale - no tenia ni palabras para hablar, no sabia que decir, era lo más inesperado.- ¿y por qué aparicio?
-Porque quería que volviéramos, pero le dije que no, y no te buscaba porque no quería que te hiciera algo. Pero al final se fue, aun que se que volverá.
-¿Cómo que volverá?
-Pues volverá pero no se cuando. Y perdón por todo, es que no quería que lo sepas todo esto.
-Era la conversión que teníamos que tener hace mucho tiempo. Pero tu seguías sin decirlo. Si no te hubiera mandado el sms tampoco te acordarías en llamar ¿no?
-Claro que he pensado en llamarte, pero no sabia como disculparme, y me quería despedir de ti, pero tu madre me dijo que te habías ido a pasar las navidades con unos amigos a un pueblo cercano.
-Pues era la mejor cosa que podía hacer.
-Seguro que te lo has pasado muy bien.
-No del todo.
-El jueves llegó, hablamos entonces, ah y quiero que sepas que tengo muchas ganas de verte, y me da igual lo que haya pasado.
-Pues a mi no.
Se lo dije y colgué. Fui al salón para preguntarle a mi madre, porque no me había dicho que Álvaro me había buscado. Ella me dijo que era porque pensaba que yo no quería verle, y la verdad es que tiene razón, así que no me enfade y volví a mi cuarto. Me di un baño de espuma, para relajarme, me puse el pijama y empecé a pensar. No estaba seguro de si de verdad aun quería a Juan, o si ya me había olvidado de Álvaro. La verdad es que no quería volver con Álvaro por todo lo que había pasado. Así que decidí dormir, seria lo mejor. Mañana iba a ser otro día.

martes, 1 de mayo de 2012

Cap.7 Ganar o perder


Pasaron los días, hoy era navidad. Me levanté con una sonrisa pegada en la cara porque miré por la ventana y estaba nevando. Me arreglé y bajé a desayunar con mi madre. Lo peor de estas navidades iba a ser sin mi hermano. Pero tenia que aguantarme por un tiempo. Le quedaban a Carla 4 meses más de embarazo. Cuando bajé, mi madre había preparado huevos fritos con bacon y un zumo de naranjas natural. Me dijo que a lo mejor pasábamos las navidades en casa de Álvaro, pero le dije que no. Des de la ultima discusión que tuvimos, no le volví a ver. Desapareció otra vez más. Era muy duro, pero no quería que por eso no disfrutara de las navidades así que tuve una idea. Juan había dicho hace unos días de pasar las navidades en una casa que tenia en un pueblo cerca de donde estábamos, iban a ir Pedro, Andrea y Sonia. Me lo propuso a mi, pero no estaba segura, pero le llamaré, para aceptar la propuesta. Después de la llamada, no había ningún problema, le dije a mi madre el plan, y me dijo que por esta vez me dejaba. Me fui a mi cuarto para recoger unas cosas, las puse en una maleta roja que tenia. Y bajé las escaleras. Justo en ese momento habían llegado a recogerme. Cuando subí al coche nos fuimos directos hacia el pueblo. Era una hora de viaje. Hablamos, reímos... Cuando llegamos, la casa era super bonita, color blanco, por fuera, ventanas color negro. Había un jardín con algún que otro árbol,  sacamos las maletas del maletero y abrió la puerta de la casa. Por dentro estaba mucho mejor, con dos pisos, una cocina enorme, un salón aun mas enorme, 6 o 7 cuartos grandes, y 4 lavabos. Nos enseñó la casa, y los dormitorios que podíamos elegir. Juan se quedó
su cuarto, Pedro y Sonia se eligieron otro, y para no estar solas Andrea y yo, nos elegimos uno muy bonito enfrente del de Juan. Arreglamos las cosas, nos duchamos y bajamos al salón
-¿Qué os a parecido la casa?- dijo Juan entusiasmado.
-Es muy hermosa.- le dijimos.
-Me alegro que os guste. He echo los planes de estos 3 días que nos quedaremos.
-¿Y que planes serán estos?- pregunte.
-Eso, no nos dejes con la intriga, venga di lo.- dijo Andrea.
-Pues, dentro de un rato llegará mi chef, preparara una cena estupenda y descansaremos.
-¿Eso aremos en estos 3 días, comer y dormir?- dijo Sonia.
-No preciosa, eso lo hacemos hoy, pero conociendo a Juan, siempre termina sin decir algo.- continuó Pedro.
-Es que es una sorpresa, lo único que os puedo decir, es que os lo pasareis bien.- lo  dijo riendo.
Estuvimos en el salón haciendo el árbol de navidad. Nos quedó muy buen. A la vez cantábamos y bailábamos como locos. El chef estaba preparando la cena, el tiempo se nos pasó volando, y justo acabamos, nos fuimos a cenar. Nadie decía nada, hasta que decidí hablar.
-Esta delicioso.
-Mm, si que lo esta.- dijeron los demás.
-Os lo dije.- dijo Juan.
Cuando términamos las cena, volvimos al salón y habían regalos debajo del árbol. Todos eran de parte de Juan, empezamos a abrirlos. A Andrea una chaqueta de D&G, Pedro un Ipod, el que siempre quiso tener, Sonia un mp3 y yo la cámara de Canon. Fue algo que no me lo esperaba, era una de las cosas que quise tener des de hace mucho, pero me preguntaba como lo sabia él. Los demás le dieron las gracias y el perdón por no comprar nada. Se fueron a descansar, pero yo me quedé.
-Juan, ¿cómo lo sabias?
-Cuando estuvimos saliendo, me lo dijiste.
-No me acuerdo de que te lo haya dicho.
-Era en una fiesta, y tu sabes como te pones en las fiestas ¿no?
-Ja ja, gracias de todos modos. Y lo siento, por no haberte regalado nada.
-Tranquila, no pasa nada. ¿Cómo te va con tu novio?
-Emm, no se que decirte, no se si aun lo es, tuvimos una fuerte discusión el otro día.
-Perdón, no lo sabia.
-Tranquilo, nadie lo sabe.
-Él se lo pierde.- dijo riendo y yo también reí.
-Bueno gracias otra vez y buenas noches.
Cuando me gire para irme, me cogió del brazo.
-Lucía, aun no te he olvidado, quiero que lo sepas.
-Juan, por favor, ahora no.
-Perdona me tu a mi.
Me dio unos de esos besos que me daba antes. Nuestros labios conectaron otra vez, como la primera vez. Pero yo no podía hacer eso. Todavía no. Tenia que hablar con Álvaro. Me separé de él y me fui a mi cuarto. Los otros dos días fueron maravillosos, pero no sabia como reaccionar con Juan. Des de el beso, no estaba segura de si todavía sentía algo por él. Fuimos a dar una vuelta por el pueblo, hicimos una mini fiesta loca de las nuestras, reímos mucho. Pero llegó el tiempo de irnos.